El 29 de octubre en Mérida, la Asociación Agraria APAG Extremadura Asaja ha expresado serias preocupaciones sobre la próxima cosecha de aceitunas en la región, la cual se prevé que sufrirá una disminución significativa debido a la severa sequía que ha asolado los olivares en los últimos dos meses, específicamente en septiembre y octubre.

La organización ha destacado que la escasez de lluvias, combinada con las temperaturas elevadas, ha ocasionado un estrés hídrico considerable en los árboles de olivo. Este fenómeno afecta directamente la salud de las plantas y, por ende, el rendimiento de la próxima cosecha.

De acuerdo con la información proporcionada por APAG Extremadura Asaja, ante la falta de agua, los olivos han comenzado a consumir sus propios frutos, lo que ha llevado a que muchas aceitunas se sequen prematuramente, impidiendo que alcancen su pleno desarrollo. En numerosos casos, el fruto ha caído al suelo antes de poder ser recolectado, lo que se traducirá en una merma en la cantidad de aceitunas que podrán ser cosechadas por los agricultores.

En relación a las proyecciones de producción, la organización recordó que el último cálculo situaba la estimación en aproximadamente 77,000 toneladas de aceite. Sin embargo, APAG Extremadura Asaja advierte que esta cifra será, casi con toda seguridad, revisada a la baja.

A pesar de que las lluvias que se están anunciando podrían mejorar la situación de los olivares, la organización enfatiza que el daño ocasionado durante la sequía ya es irreversible. Aquellas aceitunas que han sufrido desecación no volverán a recuperarse, lo que provoca inquietud entre los productores sobre el futuro rendimiento de las áreas que han mostrado una mejor resistencia al estrés hídrico y cómo las precipitaciones pueden influir en el fruto que queda.

Además, APAG Extremadura Asaja informó que el stock de aceite en territorio español se posiciona en alrededor de 280,000 toneladas, una cifra que se considera levemente inferior a lo habitual.

Con la producción esperada en Extremadura y otras zonas productoras ajustándose, la relación entre oferta y demanda podría volverse muy ajustada este año. Esto permitirá que el mercado se convierta en un entorno más frágil y dependiente de los caprichos climáticos en los meses venideros.