El gobierno de Extremadura ha tomado una importante medida para ayudar a quienes sufrieron los devastadores incendios de este verano, ofreciendo asistencia legal gratuita. Este apoyo se formaliza a través de un acuerdo firmado entre el consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural, Francisco Ramírez, y los líderes de los colegios de abogados de Badajoz y Cáceres, Ignacio Seller y Carlos Alberto Montero.

El convenio establece que los afectados podrán recibir asesoramiento legal especializado por parte de un grupo de abogados que atenderán sus consultas de diversas formas: por teléfono, de manera online, e incluso en persona. Esto garantiza que cada damnificado pueda acceder al apoyo que mejor se adapte a sus necesidades.

Para aquellos que deseen comunicarse por vía telefónica, se han habilitado números específicos: 924.590.379 para Badajoz y 664.603.447 para Cáceres. Estos estarán disponibles los lunes, miércoles y jueves, en dos franjas horarias, de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas.

Asimismo, existe la opción de contactar a través del correo electrónico, con las direcciones [email protected] y [email protected], para quienes prefieran esta modalidad de comunicación.

La Junta de Extremadura destinará un total de 8.000 euros para la implementación y operación de este servicio, mientras que los colegios de abogados se encargarán de la gestión operativa y la promoción pública del acuerdo, según un comunicado oficial del gobierno regional.

El acuerdo incluye la creación de una Comisión de Seguimiento en la que participarán ambas partes, con la finalidad de monitorear el cumplimiento de los objetivos establecidos y asegurar una correcta coordinación. Este convenio estará vigente hasta el 31 de enero de 2026, garantizando atención continua para las consultas iniciadas antes de esa fecha.

Con esta iniciativa, la Junta de Extremadura y los colegios de abogados de Badajoz y Cáceres demuestran su compromiso con la defensa de los derechos de la ciudadanía, así como con la protección legal de aquellos que han padecido las consecuencias de los incendios ocurridos durante el verano.