La Fundación Lumbini Garden ha remitido al consistorio un documento en el que defiende que sí se pueden construir templos y pagodas.
CÁCERES, 24 Ago.
El Ayuntamiento de Cáceres ha solicitado a los técnicos municipales de urbanismo y a la Junta de Extremadura que dictaminen si el proyecto Gran Buddha, que la Fundación Lumbini Garden quiere construir en el cerro Arropez de la capital cacereña, es compatible con la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) y con su desarrollo en consonancia con el medioambiente.
El alcalde cacereño, Rafael Mateos, junto al concejal de Urbanismo, Tirso Leal, ha mantenido una reunión este jueves con Pilar Acosta, patrona de la fundación, para seguir avanzando en la consecución de este proyecto cultural y religioso, que tendría una importante repercusión turística en la ciudad al albergar el mayor complejo budista de occidente, una iniciativa que apoyan quince países asiáticos, entre ellos Nepal y Tailandia.
Para ello, el consistorio debe ceder el uso de la parcela a la fundación para que pueda empezar a levantar este complejo budista pero el Gobierno local quiere que se desarrolle en su plenitud, tal y como se presentó en un principio, con templos, pagodas y centros culturales y educativos y que no se quede solo en la instalación de una estatua de Buda.
La cesión del uso del suelo requiere una tramitación administrativa que debe someterse en dos ocasiones a información pública, por lo que el ayuntamiento quiere tener la seguridad de que una vez cedido el terreno se podrá construir el complejo "completo", ha insistido el alcalde.
"Yo no quiero ser una persona conformista y he venido para hacer cosas grandes, por lo tanto, si a Cáceres se le prometió un complejo turístico, un complejo budista completo, Cáceres es lo que merece. Y por lo tanto, por eso voy a pelear y por eso nos vamos a dejar la piel en las próximas semanas", ha recalcado.
Mateos ha explicado que el documento remitido por la fundación se está analizando para que, "a la mayor brevedad posible", se emita un informe para saber el alcance que tienen la ZEPA sobre el proyecto, tal y como está planteado. Ese documento se remitirá también a la Junta de Extremadura para que explique las afecciones medioambientales y mineras de la parcela municipal del cerro Arropez, sobre la que también pesan unos derechos mineros
"Por lo tanto, nosotros seguimos trabajando por desbloquear este proyecto, vamos a solicitar a los correspondientes informes al Servicio de Urbanismo del Ayuntamiento de Cáceres, a la Consejería de Agricultura, tanto a la Dirección General de Sostenibilidad como a la Dirección General de Minas, para ver la posibilidad y las afecciones a día de hoy del proyecto con el Cerro Arropez", ha recalcado el regidor.
Además, se solicitará información sobre la tramitación del decreto que se planteó en los últimos meses de la legislatura anterior por el que se levantaban determinadas ZEPAS en la comunidad autónoma de Extremadura, y una de ellas era la que afecta a la finca en cuestión.
En declaraciones a los medios de comunicación tras el encuentro que ha tenido lugar en el consistorio, Mateos ha insistido en que tanto el ayuntamiento como la Fundación Lumbini Garden "están trabajando en la misma línea para salvar un proyecto que creemos ambas partes, que es bueno para la ciudad de Cáceres y que ambas partes queremos que sea un proyecto completo, no queremos que Cáceres se quede solo con una estatua", ha dicho, en alusión a la estatua de Buda que presidirá el complejo y cuya instalación cuenta ya con los permisos medioambientales pertinentes.
Mateos, ha recordado que Cáceres llevó el proyecto Gran Buddha a Fitur en el año 2020 y, por lo tanto "nos compromete, como ciudad turística que somos, como ciudad Patrimonio de la Humanidad, a cumplir aquellas cosas que presentamos y aquellas ofertas turísticas con las que nos presentamos, no solo a nivel nacional, sino también a nivel internacional".
"Por lo tanto, tanto el Ayuntamiento de Cáceres como la fundación vamos a seguir trabajando en las próximas semanas para desbloquear este proyecto y para que Cáceres cuente con un complejo budista completo", ha recalcado Mateos, que ha aclarado que, de momento, no se plantea la posibilidad de trasladar el proyecto a otros terrenos ya que esta fue la finca que la anterior corporación ofreció hace cuatro años y "desviar la atención ahora a otros terrenos sería perjudicial para el proyecto", ha recalcado.
"Yo me encontré un proyecto en una situación y ha he dicho que no vengo a mirar atrás, sino a intentar desbloquear y a mirar al futuro, y eso es lo que estamos haciendo con la fundación, a la que yo también le agradezco la paciencia que ha tenido en los últimos dos meses", ha apuntado el regidor.
Por su parte, la patrona de la Fundación Lumbini Garden, la empresaria cacereña Pilar Acosta, ha insistido en que los técnicos y asesores medioambientales de la fundación han determinado que "el 99% del proyecto es compatible con la ZEPA". La gran estatua de 47 metros ya tiene los permisos, pero también se podrían construir el centro de interpretación, el resto de las pagodas y los monasterios, según ha apuntado Acosta que ha apuntado que "si algún elemento no fuera compatible", se podría adaptar su construcción a la protección ambiental.
Por ello, la Fundación Lumbini Garden quiere que se impulse el proyecto, que debe comenzar por la cesión del uso de la parcela, y ha lamentado que en Europa se tarde tanto en desbloquear las cuestiones administrativas. "No estamos en Asia, no estamos en África, donde todo es mucho más rápido, aquí no, y bueno, se tarda demasiado en nuestro entender", ha apuntado.
Acosta ha señalado que "hará lo imposible" por que el proyecto Gran Buddha se quede en Cáceres porque "es la primera vez en la historia" que occidente tendría un icono budista de estas características. Asimismo ha recordado que hay otros países como Portugal o Japón que ya se han ofrecido como posibles ubicaciones pero "la apuesta es por Cáceres" aunque los donantes asiáticos "están cansado" porque "ellos no entienden nuestras tramitaciones administrativas" y ven que "estamos tardando mucho".
Así las cosas, la Fundación Lumbini Garden espera que se desbloquee el proyecto y se pueda empezar a construir la estatua que es el "icono" y "lo que realmente atrae toda la inversión de los 15 países que están involucrados en el proyecto", ha dicho Acosta, que fue la empresaria cacereña que trajo el proyecto a la ciudad, por lo que seguirá trabajando para que "sea una realidad".
"Es una pena que pudiéramos perder este proyecto", ha subrayado, al tiempo que reconoce que "hay mucho cansancio" en la fundación por la demora y los trámites, y también por parte de los promotores asiáticos que ven cómo no acaba de salir adelante. "Yo voy a hacer lo imposible para que se quede esto aquí y convencer a mis compañeros de viaje para que se siga quedando aquí", ha insistido Acosta que, no obstante, pide más agilidad en la tramitación porque "todo tiene un tiempo".
En declaraciones a los medios ha vuelto a insistir en que el complejo budista es compatible con la ZEPA porque
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