En un preocupante desarrollo en la lucha contra el abuso infantil en el entorno digital, la Guardia Civil ha llevado a cabo la detención de un individuo en la provincia de Cáceres, acusado de ciberdepredación sexual. Este sujeto empleaba diversas plataformas de chat y redes sociales para pervertir a menores, ganándose su confianza y pidiéndoles que compartieran material pornográfico.

El detenido enfrenta serias acusaciones que incluyen grooming, agresión sexual a menores, corrupción de menores, así como varios delitos relacionados con la producción y distribución de material pornográfico infantil. Esta información fue dada a conocer por la Guardia Civil en un comunicado emitido el sábado.

La investigación fue iniciada tras la denuncia presentada por los padres de un menor, quienes informaron que su hijo había sido víctima de un delito sexual por parte de un hombre adulto al que había conocido en línea. Esta valiente acción de los padres permitió que se destapara la gravedad de la situación.

Un examen minucioso del teléfono del menor afectado reveló un inquietante caso de ciberacoso sexual, un fenómeno conocido como 'child grooming', que aparentemente comprometía a un mínimo de 11 jóvenes en total.

El presunto delicuente establecía contacto con menores de edad, proponiéndoles encuentros para llevar a cabo actos sexuales. Para lograrlo, utilizaba un seudónimo que simulaba la identidad de un niño, buscando así no levantar sospechas y entablando relaciones de forma engañosa.

Una vez que lograba ganarse la confianza del menor, el individuo empezaba a pedirle archivos de imagen y vídeo, eventualmente sugiriendo encuentros físicos con propósitos sexuales. A través de este enfoque manipulador, el delincuente procuraba una cercanía que le permitiera cometer sus crímenes.

La operación, bajo el nombre de 'Giatros', permitió a los investigadores documentar numerosos intercambios con menores, descubriendo una gran cantidad de mensajes, tanto de texto como de audio y videollamadas, que contenían contenido sexual explícito a través de diversas aplicaciones de mensajería popular.

Tras recopilar suficiente información, los agentes pudieron localizar al sospechoso en una localidad de Cáceres, donde llevaba una vida social aparentemente normal y discreta.

Durante el registro efectuado en su vivienda, se incautaron múltiples dispositivos de almacenamiento digital, incluyendo teléfonos móviles y ordenadores, lo que llevó a los investigadores a revisar más de 2,5 Terabytes de datos. Este exhaustivo estudio abarcó un total de más de 360,000 mensajes, 7,200 conversaciones en redes sociales, 560,000 archivos, 300,000 imágenes y 2,000 vídeos.

Entre la información recopilada se encontraron numerosos vídeos e imágenes de pornografía infantil que involucraban a niños muy pequeños. Debido a la gravedad de los hallazgos, la Guardia Civil continúa con sus esfuerzos para identificar a todas las víctimas implicadas en este caso.

La investigación ha sido realizada por un grupo de agentes del Equipo Mujer-Menor (EMUME), que forman parte del Área de Delitos Contra las Personas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Cáceres. La operación ha sido supervisada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº 1 de Cáceres, en colaboración con la Fiscalía Provincial, a través de un fiscal especializado en criminalidad informática.