• jueves 30 de marzo del 2023

Condenados a 4 años de prisión los acusados del hurto de las botellas de vino en Atrio

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La Sala fija en 753.454 euros la indemnización conjunta que deberán abonar los condenados a la empresa aseguradora

CÁCERES, 6 Mar.

La Audiencia provincial de Cáceres ha culpado a 4 años y seis meses de prisión al acusado de hurtar 45 botellas de vino del lugar de comidas Atrio de la ciudad más importante cacereña, que tiene tres estrellas Michelin y tres Soles Repsol, Constantin Dumitru, y a 4 años de prisión a Priscila Lara Guevara, como autores causantes de un delito de hurto fuertemente en lugar abierto al público de particular gravedad.

Además van a deber indemnizar conjunta y solidariamente con 753.454 euros a la compañía de seguros Reale que alcanzó un acuerdo con los dueños de Atrio a los que indemnizó por el valor que se demanda y que asimismo coincide con el valor del peritaje que se efectuó a los vinos que desaparecieron de la bodega del afamado lugar de comidas cacereño.

La Audiencia Provincial considera como hechos probados que los 2 acusados puestos de común acuerdo y con el propósito de conseguir un beneficio ilícito, eligieron que se alojara la mujer en el hotel Atrio de Cáceres el día 26 de octubre de 2021, rincón que conocían por estar antes planeando el hecho los días 1 de junio, 13 de junio y 12 de agosto de 2021.

La reserva fue efectuada únicamente por la mujer usando un pasaporte falso portando únicamente una mochila que siendo cogida en un abandono de Priscila por un usado observó que no tenía peso alguno.

La sentencia señala que más tarde, se presentó el varón para cenar y alojarse, sin crear una cuenta, en el hotel. Tras cenar en el lugar de comidas sito en exactamente el mismo, hicieron una visita dirigida a la bodega y después subieron a la habitación.

Sobre las 2,diez horas de la madrugada la acusada llamó a recepción, pidiendo una ensalada y también interesándose reiteradamente por el tiempo que tardaría en ser servida al único usado que estaba en ese instante en el hotel-lugar de comidas.

El usado de recepción, tras negarse a efectuar la comanda, manifestándole que estaba solo y la cocina clausurada y extrañado por la petición, ya que habían cenado un menú degustación de 14 platos, frente a la insistencia de la acusada accedió a la solicitud, señalando que tardaría al menos unos 20 minutos en ser útil lo pedido.

El usado se dirigió a la cocina, instante aprovechado por el acusado, quien se presentó en la recepción donde cogió una llave electrónica con la que asistió a la bodega, no teniendo éxito en su apertura por no tratarse de la llave correcta. El usado, tras subir la ensalada, regresó a recepción.

El acusado, al notar que la llave no abría la puerta de la bodega, efectuó una llamada a la mujer que estaba en la habitación desde la puerta de la bodega a fin de que volviese a divertir al recepcionista.

De este modo, instantes después, la acusada repitió la llamada a recepción, esta vez, para pedir un postre, a eso que de nuevo el usado puso reparos, entrando por último a llevarle algo de fruta.

El acusado volvió a la recepción y de una caja cogió la llave profesora número 27, abriendo con ella la bodega, entrando a la salón de catas donde se apoderó de 45 botellas de vino que guardó en una mochila y 2 bolsos de importante tamaño con los que subió instantaneamente a la habitación antes del regreso del usado a la recepción.

Los acusados abandonaron precipitadamente el hotel sobre las 5,00 horas cargando el varón la mochila a la espalda y los 2 bolsos con las botellas, en las que había introducido 4 toallas del baño de la habitación del hotel para eludir que tintinearan entre ellas, subiéndose a un vehículo, concluyen los hechos probados de la sentencia.

La sentencia, dictada por el tribunal de la Audiencia Provincial de Cáceres, encabezado por el magistrado Joaquín González Casso, no es estable y contra ella cabe interponer recurso de apelación frente a la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx).

Cabe rememorar que el juicio por este hurto quedó visto para sentencia el pasado miércoles tras tres sesiones por las que pasaron unos 16 presentes y 4 peritos que aportaron pruebas, como la del AND de restos biológicos que se halló en el baño de la habitación donde se alojaron y que eran coincidentes con los acusados, tal como las grabaciones de las cámaras de videovigilancia o el control de los teléfonos que los ubican en el hotel la noche de los hechos.

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