En la noche del martes 26 de agosto, se produjo un incidente en la emblemática muralla de la Alcazaba en Badajoz, donde se registró un pequeño colapso en una sección que conecta la torre de Espantaperros con la Plaza Alta.

Ante esta situación, el Ayuntamiento de Badajoz ha decidido tomar medidas preventivas, haciendo que la Policía Local cercara la zona afectada para garantizar la seguridad de los transeúntes. Esta área ha sido objeto de un análisis detallado por parte de los especialistas en mantenimiento de fortificaciones durante la jornada del miércoles.

El concejal Rubén Galea ha informado que, para salvaguardar a los ciudadanos, se ha implementado un cordón de seguridad en la sección dañada, mientras equipes de técnicos municipales se han desplazado al lugar para evaluar los daños.

Galea destacó que el derrumbe es relativamente menor, ya que se limita a una parte específica construida en los años 80 con materiales como ladrillos, arena y plásticos, los cuales no forman parte de la estructura original de la muralla. “Esos elementos no deberían estar ahí”, comentó.

Finalmente, el concejal precisó que ya se están explorando las diferentes estrategias para restaurar adecuadamente este bien histórico y que se llevarán a cabo las obras tan pronto como sea posible.

Es relevante mencionar que el área entre los jardines de La Galera y la entrada a la Plaza Alta, conocida por las "Casas Coloradas", ha estado enfrentando problemas de filtraciones y humedad, cuyo origen sigue siendo un misterio. Estos problemas podrían haber contribuido al colapso de ese pequeño tramo de aproximadamente cuatro metros.