Desde Mérida, el 20 de diciembre, se informan sobre los emocionantes avances en el ámbito de la arqueología gracias a un destacado equipo de investigación compuesto por miembros del Instituto de Arqueología de Mérida, la Universidad de Extremadura y Cicytex. Esta colaboración ha permitido la reconstrucción del paisaje urbano de El Raso, un castro ubicado en Candeleda, Ávila, y símbolo significativo de la cultura vettona durante los siglos IV-I a.C.
El esfuerzo conjunto no solo se centra en los hallazgos recientes, sino que también integra los resultados de excavaciones que se han llevado a cabo previamente en esta importante zona arqueológica. Esta sinergia apunta a ofrecer una nueva perspectiva sobre el urbanismo de este asentamiento, revelando cómo se organizaba y habitaba en tiempos antiguos.
Utilizando técnicas de geofísica y teledetección de vanguardia, los investigadores han logrado desentrañar detalles más precisos sobre la estructura del núcleo poblacional. Esta nueva información no solo expande el conocimiento sobre el asentamiento, sino que también permite hacer cálculos más exactos acerca de la posible población que este podría haber albergado.
Este trabajo pone de manifiesto el inmenso potencial que estas herramientas tecnológicas tienen para profundizar en el estudio de la historia, la sociedad y la economía de las comunidades que habitaban en la Península Ibérica durante la Segunda Edad del Hierro.
Los hallazgos más significativos han sido documentados en un artículo académico reciente publicado en la revista ‘Complutum’, reconocida en el ámbito de la investigación arqueológica y del patrimonio, según se informa desde el CSIC en Andalucía y Extremadura.
Uno de los principales desafíos que enfrenta la investigación sobre la Segunda Edad del Hierro en Europa es la necesidad de comprender las funciones y características de las grandes aglomeraciones que emergen en las últimas fases de este período. Para abordar los interrogantes que surgen de este fenómeno, es esencial detallar la organización espacial de los espacios habitados, analizando aspectos tales como la densidad poblacional, la variedad arquitectónica, la especialización funcional de ciertas áreas, y la ausencia de edificaciones en sectores amurallados.
Estos elementos son cruciales para definir modelos de organización espacial que ofrecen implicaciones significativas desde una perspectiva social.
El castro de El Raso, que se encuentra en la ladera sur de la Sierra de Gredos, en el límite entre Extremadura y Castilla-La Mancha y Castilla y León, ha sido el foco de este estudio. Este asentamiento, que abarca aproximadamente 25 hectáreas, es uno de los más prominentes y mejor documentados de la cultura vettona al sur del Sistema Central, siendo una referencia clave para el análisis de la Segunda Edad del Hierro en la parte occidental de la meseta.
El yacimiento ha atraído el interés de arqueólogos y estudiosos durante más de tres décadas, y aunque se han llevado a cabo numerosas excavaciones, la vastedad del área sometida a estudio ha dejado pendientes preguntas sobre las zonas aún no exploradas.
En respuesta a estas inquietudes, la disponibilidad de herramientas metodológicas ha crecido significativamente en los últimos años, destacándose el desarrollo de métodos no invasivos como la teledetección, la prospección de superficie y la geofísica como las grandes innovaciones en este campo.
El interés del Ayuntamiento de Candeleda por obtener una comprensión más profunda del sitio desencadenó la colaboración con el Laboratorio de Arqueología no Invasiva del Instituto de Arqueología de Mérida en 2019, marcando el inicio de una nueva fase en la investigación del castro.
Este estudio forma parte de un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, con la participación del IAM-CSIC, la Universidad de Extremadura y Cicytex. A través de un enfoque que integra datos obtenidos de múltiples métodos no invasivos, el proyecto expande su alcance a otros enclaves como Villasviejas del Tamuja, Cerro de la Breña y otros castros situados en Alta Extremadura.
Las labores de prospección dieron inicio en 2020 y se extendieron durante tres años, convirtiéndose en parte de un proyecto científico y patrimonial de largo plazo respaldado por el Ayuntamiento de Candeleda, lo que abre amplias posibilidades para el futuro de esta investigación.
Las iniciativas pasadas dedicadas a poner en valor este importante sitio proporcionan una base sólida para maximizar el impacto social de los hallazgos científicos.
El investigador principal del proyecto, Victorino Mayoral del IAM-CSIC, subraya que "estos resultados muestran cómo el uso de nueva tecnología puede integrarse con la tradición de excavaciones convencionales para generar nuevos conocimientos históricos, además de recursos que fortalezcan el patrimonio arqueológico. Los hallazgos en El Raso nos acercan al entendimiento de la evolución urbana en la Península Ibérica, en el contexto de la Edad del Hierro y la posterior conquista romana".
Finalmente, este trabajo no solo es una contribución científica más sobre el yacimiento; el equipo investigador ha anunciado que inicia una nueva etapa, tras recibir financiación para otro proyecto por parte del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, en línea con el Plan Nacional de la Agencia Estatal de Investigación.
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