En lo que va del año, Extremadura ha registrado un alarmante total de 72 agresiones en centros de salud y hospitales, un fenómeno que continúa en aumento y que ha llevado a las autoridades a tomar medidas urgentes.
Este problema fue abordado en una reciente presentación en Mérida por la consejera de Salud y Servicios Sociales, Sara García Espada, quien lanzó la "Guía del Profesional ante las Agresiones a Sanitarios". Este recurso tiene como finalidad proporcionar al personal del Servicio Extremeño de Salud un protocolo eficaz para manejar las situaciones de violencia en su entorno laboral.
La consejera subrayó que este documento nace de la necesidad apremiante de otorgar apoyo y estructura a los "profesionales guía", quienes son los encargados de actuar de manera inmediata cuando se presenta una agresión. Espada destacó que antes de la llegada de María Guardiola al gobierno regional, muchos sanitarios no sabían cómo actuar frente a tales incidentes, lo que pone en relieve la importancia de la nueva herramienta.
Las agresiones en el ámbito sanitario son consideradas por la consejera como "absolutamente intolerables". Desde el inicio de su mandato, el actual gobierno ha puesto especial énfasis en abordar este problema, buscando una respuesta eficaz que brinde seguridad a quienes cuidan de la salud de los extremeños.
La nueva guía, elaborada en colaboración con las Fuerzas de Seguridad del Estado, incluye una serie de estrategias preventivas, tales como el fortalecimiento de la comunicación con los pacientes y la identificación temprana de situaciones de riesgo. También se han establecido protocolos que permiten una actuación rápida ante tales eventualidades, incluyendo directrices para denunciar, proteger y asistir a los profesionales afectados.
Además, el documento contempla orientación jurídica y psicológica personalizada para el personal que sufre estas agresiones, así como coordinación con las fuerzas de seguridad para incrementar la protección en los centros sanitarios, según informó la Junta de Extremadura.
Los datos revelan la creciente gravedad de este problema, ya que en 2022 se reportaron 89 agresiones, en 2023 un total de 129, y en 2024 se anticipa un incremento a 168. En este escenario, la consejera ha mencionado que este año se han documentado hasta ahora 72 agresiones, un índice que requiere atención inmediata.
García Espada ha dejado claro que la Junta no permitirá que los profesionales de la salud trabajen en un ambiente de miedo, y subrayó que la nueva guía proporcionará el respaldo necesario para que cada trabajador pueda realizar su labor con dignidad y en un entorno seguro.
Un aspecto notable es que la guía establece la obligación de registrar y notificar todas las agresiones a la Consejería de Salud y Servicios Sociales, eliminando el carácter voluntario de tales notificaciones, lo que permitirá una mejor capacidad de reacción y análisis de los incidentes.
Este recurso se suma a otras iniciativas ya implementadas por el gobierno regional, como el botón de pánico, y forma parte de un plan integral destinado a la protección y sensibilización frente a la violencia en el ámbito sanitario. La consejera también lanzó un mensaje de apoyo y condena hacia cualquier tipo de agresión, no solo a los sanitarios, sino a todos los trabajadores del sector público.
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