MÉRIDA, 23 Dic.
La red social autónoma de Extremadura ha registrado siete muertes por nosologías similares con el exceso de temperaturas en el verano de 2022, la cifra mucho más alta hasta hoy, según el informe de forma anual elaborado por la Subdirección de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública del Servicio Extremeño de Salud (SES).
El verano del actual año 2022, que fué el mucho más caluroso de la serie histórica desde el instante en que se tienen registros, dejó récords de damnificados, muertos y señales por peligro para la salud gracias a las elevadas temperaturas en Extremadura
A lo largo de la temporada estival de 2022, los centros sanitarios extremeños han atendido a 20 personas perjudicadas por nosologías similares con el exceso de temperaturas, 4 ocasiones mucho más que en el año 2021 (5), y superando la cifra mucho más alta alcanzada hasta la actualidad, en 2018, en el momento en que se asentaron 18 casos en conjunto.
Las ubicaciones donde se contabilizaron mucho más damnificados fueron el área de salud de Don Benito-Villanueva (7), seguida de la de Badajoz (6) y, a mucha distancia, Mérida, Llerena-Zafra y Plasencia (2 cada una) y Navalmoral de la Mata (1). En las áreas de Cáceres y Coria no se asentaron pacientes que precisaran asistencia en los centros sanitarios.
Mucho más de una tercer parte de los damnificados (7) tenían entre 45 y 59 años, pero se han registrado casos en todos y cada uno de los conjuntos de edad, con 4 damnificados en el de 60 a 74 años, tres en los de sobra de 75 y entre 15 y 29, 2 en el de 30 a 44 y uno en el de cero a 14 años. Doce de ellos eran hombres (60%) y ocho mujeres.
De los 20 damnificados, diecinueve (95%) fueron atendidos en servicios de urgencia hospitalaria, y mucho más de la mitad (11) requirieron ingreso en su hospital. De estos últimos, el 73 por ciento (8) precisó asistencia en entidades de Cuidados Intensivos (UCI), y 2 de cada tres terminaron falleciendo (7).
Las siete defunciones por nosologías similares con el exceso de temperaturas suponen la cifra mucho más alta registrada hasta la actualidad de muertos por esta causa en Extremadura, tras tres años con escasa mortalidad --tan solo una muerte en 2020 y ninguna en 2019 y 2021--, y sobrepasa los cinco muertos de 2018, el apunte mucho más prominente hasta este año.
La mayor parte de los fallecimientos se han registrado en el área de salud de Don Benito-Villanueva (5), seguida por las de Mérida y Navalmoral de la Mata con una muerte en todas y cada una de ellas, informó la Junta en publicación oficial.
El verano del año vigente asimismo dejó récords en número de notificaciones notificadas por el Ministerio de Sanidad por peligro para la salud en la zona, que se emiten al superarse los umbrales de referencia de las temperaturas máximas y mínimas desde las que medra la mortalidad, a través de un algoritmo que combina información de la Agencia Española de Meteorología (Aemet) y el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Si esas temperaturas se sostienen uno o un par de días, se asigna el nivel 1 o de bajo peligro, representado por el color amarillo; si se prevé que la situación dure tres o 4 días, se establece el nivel 2 de peligro medio (naranja), y si se aguardan cinco o mucho más días con temperaturas superiores a las de referencia, el ministerio emite una alarma de nivel 3 o de prominente peligro (colorado).
El apunte mucho más impresionante es que, al paso que en 2021 no se registró ninguna alarma del nivel máximo de peligro (3, colorado) en Extremadura, este año se recibieron en la red social autónoma nueve alertas de esta clase, tanto en la provincia de Cáceres como en la de Badajoz.
Las señales de nivel de peligro medio (2, naranja) se han duplicado, pasando de seis en 2021 a 12 en 2022, al paso que han disminuido levemente las señales por peligro bajo para la salud (1, amarillo), desde veintidós en 2021 a dieciocho en 2022.
A lo largo de todo el periodo de vigencia del Plan de Vigilancia y Prevención de los Efectos del Exceso de Temperatura sobre la Salud, que continúa activo desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre, esto es, un total de 122 días, en 2021 la zona estuvo bajo algún género de alarma de peligro a lo largo de 28 días (un 23% del periodo), al tiempo que en 2022 lo estuvo a lo largo de 37 días, algo mucho más de un 30 por ciento de la temporada de supervisión.