En Mérida, el 29 de mayo, el ambiente político se caldeó en la Asamblea de Extremadura durante el primer debate entre el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Miguel Ángel Gallardo, y la presidenta de la Junta, María Guardiola.

Gallardo, decidido a afirmar su presencia en la Asamblea, declaró que viene "a plantar cara", un mensaje directo que no tardó en ser contestado por Guardiola. La presidenta le acusó de venir en busca de "refugio" y de "dinamitar su propio partido", en una crítica que evidenció la tensión entre ambos líderes.

Guardiola no se contuvo al señalar que Gallardo se permitía la "licencia de dar lecciones" sobre su gestión. Además, lo calificó de mantener una "maraña de mentiras, de excusas y de ocurrencias", insinuando que su llegada a la Asamblea tenía más que ver con sus propios intereses que con el servicio a los extremeños.

Este intercambio verbales tuvo lugar poco después de que Gallardo asumiera oficialmente su cargo como diputado autonómico. Durante el debate, planteó una pregunta dirigida a la presidenta sobre el "valor" que concede al diálogo en su administración, marcando así el tono de lo que será una confrontación por el control político en la región.

El socialista manifestó su compromiso, afirmando que llega a la Asamblea "con la convicción de quien representa a miles de extremeños" y con un "profundo sentido de la responsabilidad", resaltando su determinación por actuar en beneficio de sus compatriotas.

Para más detalles sobre este enfrentamiento, se sugiere consultar la fuente original de Europa Press.