Crónica Extremadura.

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Los embalses del Tajo y Guadiana registran una leve caída en su reserva hídrica, ubicándose en el 56,5% y 41,3% respectivamente.

Los embalses del Tajo y Guadiana registran una leve caída en su reserva hídrica, ubicándose en el 56,5% y 41,3% respectivamente.

En la actualidad, la situación de la reserva hídrica en los embalses del Tajo presenta un leve descenso, encontrándose esta semana en un 56,5 por ciento de su capacidad, equivalente a 6.248 hectómetros cúbicos. En paralelo, los embalses del Guadiana registran un porcentaje menor, alcanzando el 41,3 por ciento, lo que equivale a un total de 3.943 hectómetros cúbicos.

Estos datos indican una reducción comparativa respecto al martes 19 de noviembre, cuando las reservas del Tajo se encontraban en un 56,6 por ciento (6.255 hectómetros cúbicos) y las del Guadiana en 41,4 por ciento con 3.945 hectómetros cúbicos en total. Es evidente que la situación hídrica está siendo monitoreada con atención, considerando la importancia que tiene para la agricultura y el consumo humano.

A nivel estatal, la reserva hídrica total se posiciona en un 51,1 por ciento, con un total de 28.638 hectómetros cúbicos, lo que representa una disminución de 22 hectómetros cúbicos en comparación con la semana pasada, según la información proporcionada por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) y recogida por Europa Press. Es importante señalar que, en relación con la semana anterior, el nivel se ha mantenido estable, lo que podría ser un indicativo de que las lluvias recientes no han sido suficientes para una recuperación significativa del agua almacenada.

Por su parte, la cuenca del Júcar, que afecta a las provincias de la Comunidad Valenciana entre otras, ha mostrado un ligero aumento, alcanzando un 48,8 por ciento de su capacidad, incrementándose en tres décimas respecto al informe previo.

Si se comparan estas cifras con las de 2023, se observa una mejora notable, ya que la reserva hídrica actual se sitúa 7,7 puntos porcentuales por encima del nivel alcanzado el año pasado, además de ser 3,8 puntos superior a la media de la última década, lo que puede señalar una tendencia esperanzadora en términos de gestión del agua, vital para sectores productivos y para el bienestar de la población.

Desde el Miteco se ha apuntado que las precipitaciones han tenido un comportamiento dispar, siendo abundantes en la vertiente Atlántica, mientras que la vertiente Mediterránea ha registrado lluvias mucho más escasas. Un ejemplo de ello se encuentra en San Sebastián - Donostia, donde se ha medido una precipitación de 97,3 litros por metro cuadrado, destacándose como la cifra más alta en este período.

Analizando las distintas zonas del país, se observa que el Cantábrico Oriental se sitúa al 87,7 por ciento; el Cantábrico Occidental al 59,8 por ciento; el Miño-Sil al 56,7 por ciento; y la Galicia Costa al 71,1 por ciento. Además, las cuencas internas del País Vasco alcanzan un 95,2 por ciento, y el Duero se coloca en un 61,6 por ciento.

Sin embargo, varios embalses se encuentran por debajo del umbral del 50 por ciento, entre ellos el Guadiana con un 41,3 por ciento; el Guadalete-Barbate que alcanza solo el 28,5 por ciento; y el Guadalquivir con un 35 por ciento. Asimismo, la Cuenca Mediterránea Andaluza se sitúa en 29,6 por ciento; el Segura en un preocupante 20,3 por ciento; las cuencas internas de Cataluña al 34,6 por ciento; y el Júcar, aunque haya tenido un leve aumento, se queda en un 48,8 por ciento.