MÉRIDA/SANTA CRUZ DE TENERIFE, 19 Feb.
Las zonas de España con un mayor porcentaje de su población con temperatura indebida en sus hogares (todas y cada una sobre el 15%) son la localidad autónoma de Ceuta (con un 33,3%), la Región de Murcia (21,4%), la localidad autónoma de Melilla (18,8%), Andalucía (18%), Extremadura (17,6%), Canarias (16,7%), Cataluña (15,9%) y Comunitat Valenciana (15,5%).
Así se desprende a la actualización de indicadores de la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024 del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que específica por su parte que las zonas menos perjudicadas por una temperatura indebida en sus hogares (todas y cada una bajo el diez%) son la Comunidad Foral de Navarra (5,5%), País Vasco (7,2%), Aragón (8,5%), Castilla y León (8,7%) y La Rioja (9%).
Entre los dos extremos (sobre el diez% y bajo el 15%) están Comunidad de Madrid (11,2%), Cantabria (11,5%), Principado de Asturias (11,6%), Galicia (13,1%) Castilla-La Mancha (13,6%) y Baleares (14,3%).
A nivel nacional, el porcentaje de población que padece una temperatura indebida en sus casas subió de un diez,9% en 2020 a un 14,3% en 2021, en el momento en que las tarifas eléctricas se dispararon de forma desmandada en España y en toda la Unión Europea por culpa del encarecimiento del gas. Estos datos de 2021, los últimos publicados por MITECO, no tienen presente la subida del 80% que padeció el valor de la electricidad en 2022.
"Todas y cada una de las zonas con un mayor porcentaje de casas que padecen temperaturas inapropiadas, sobre el 15%, tienen en común que hace calor", enseña Paula Rivas, directiva técnica de Green Building Council España (GBCe), coincidiendo con el Día Mundial de la Energía y el Día Europeo de Lucha contra la Pobreza Energética, que se han festejado esta semana.
Según Rivas, este denominador común de las elevadas temperaturas provoca que las viviendas no estén preparadas contra el frío pero, al tiempo, deja que con cambios menores se logre arreglar el inconveniente: "La clave contra la pobreza energética pasa por la eficacia de los hogares, con inmuebles bien apartados contra el frio y el calor y con sistemas de climatización eficaces", matiza la directiva técnica de GBCe.
La pobreza energética se define, según el MITECO, como "la situación donde está un hogar en el que no tienen la posibilidad de ser cumplidas las pretensiones básicas de abastecimientos de energía a consecuencia de un nivel de capital deficiente y que, en su caso, puede verse agravada por tener una casa ineficiente en energía".
Existen 4 indicadores primarios que dejan ver la evolución de la pobreza energética en los hogares españoles desde 2018 hasta 2021: el gasto desproporcionado de energía _gente que está gastando mucho más de lo que debería_, que ha bajado del 16,9% al 16,4%; la pobreza energética oculta _ciudadanos que gastan claramente muy poca energía_, que desciende del 11% al 9,3%; la temperatura indebida en la vivienda en invierno, que subió del 9,1% al 14,3%, y el retardo en el pago de las facturas de recursos de la vivienda, que creció del 7,2% al 9,5%.
"Los indicadores, lo que nos dicen, es que los ámbitos mucho más atacables están pagando las facturas a costa de no poner la calefacción y de pasar frío", asegura Rivas.
De este modo, en concepto de temperatura indebida en los hogares en el periodo de tiempo entre 2020 y 2021 subió del 9,7% al 18,3% entre la multitud sola mayor de 65 años; se ha aumentado del 8,4% al 13% entre los núcleos de 2 mayores sin hijos/pequeños dependientes a nivel económico con cuando menos uno con 65 años o mucho más y se ha disparado, desde el 16,4% hasta el 25,1%, en un adulto con hijos/pequeños dependientes a nivel económico. Por régimen de tenencia, el conjunto que mucho más padece temperaturas inapropiadas en sus casas son esos con alquiler achicado, que pasaron del 17,7% en 2020 al 32,4% en 2021.
En este contexto, y así como recopila la plan de actuación del emprendimiento Building Life para la descarbonización de la edificación, una rehabilitación en hondura que garantice el buen estado de las construcciones se muestra como la solución mucho más eficaz y estructural en un largo plazo contra la pobreza energética, que perjudica a un 25% de los 17,5 millones de hogares en España hoy en día, así como se desprende de la Estrategia a Largo Plazo para la Rehabilitación Energética en el Sector de la Edificación en España (ERESEE).
En esta época, el ingreso a la financiación para estas rehabilitaciones se ve facilitada por los fondos de europa. Sin embargo, aún faltan campañas de información y comunicación, aparte de medidas concretas de acompañamiento que posibiliten este desarrollo a los ciudadanos mucho más atacables y que les muestre en su dimensión la relevancia de la rehabilitación: "Tener un hogar habitable, con las mejores condiciones climáticas y con el menor consumo energético viable, es un derecho de todas y cada una la gente", asegura Dolores Huerta, directiva general de GBCe.