MÉRIDA, 23 de enero.
La representante de Unidas por Extremadura en la Asamblea, Irene de Miguel, ha expresado que "lo único" que le queda a la presidenta de la Junta, María Guardiola, si realmente posee "un poco de dignidad", es convocar elecciones anticipadas, aunque reconoce que este es un "escenario que ningún extremeño desea" en este momento.
De Miguel ha argumentado que la convocatoria de un adelanto electoral sería una manifestación de "soberbia", "falta de negociación" y la evidencia de un "gobierno débil que genera constantes incertidumbres". A su juicio, esta decisión también demostraría un acto de "egoísmo", pues espera que los ciudadanos voten para resolver los problemas que ella no ha sabido gestionar.
En una rueda de prensa ofrecida por De Miguel, junto a sus compañeros de Unidas por Extremadura, este jueves en la Asamblea, se ha hecho una evaluación sobre la retirada de los Presupuestos Generales de Extremadura (PGEx) para 2025. La portavoz ha afirmado que "lo que mal empieza, mal acaba", en referencia a cómo se iniciaron estas negociaciones presupuestarias.
De Miguel ha recordado que la negociación comenzó de manera negativa, con un Partido Popular "absolutamente atrincherado" y sin disposición a cambiar sus propuestas, afirmando que de lo contrario, "eran lentejas" para los demás partidos. Esta actitud, según su visión, supone una falta de apertura al diálogo y al compromiso necesario para encontrar soluciones consensuadas.
En su análisis, la retirada de los presupuestos sin permitir el debate sobre las enmiendas revela un "infantilismo" y una "falta de madurez absoluta" dentro del gobierno de la Junta de Extremadura. De Miguel ha sugerido que realmente nunca hubo intención de avanzar en las cuentas, indicando que la Junta parece haber buscado desde el inicio una simple prórroga presupuestaria.
El argumento presentado por el Ejecutivo regional para romper las negociaciones con el PSOE ha sido calificado por De Miguel como "absolutamente peregrino". Ella ha enfatizado que la afirmación de una "pinza PSOE-Vox" es engañosa, ya que todos son conscientes de que Vox votaría en contra de todas las enmiendas y que en ocasiones anteriores el líder del PP, José Antonio Monago, no tuvo que retirar sus enmiendas al aprobar los presupuestos del PSOE.
Asimismo, ha añadido que se pudo haber dejado que se debatieran las enmiendas parciales y que, si en algún momento Vox hubiese presentado varios bloques de votación, esas enmiendas podrían haber sido retiradas en ese instante. La actual retirada de los presupuestos, considera De Miguel, es un claro indicativo de la falta de voluntad por alcanzar un acuerdo.
En cuanto a la posibilidad de adelanto electoral en Extremadura, Irene de Miguel ha afirmado que ya lo venía contemplando su partido debido a lo que ella considera una "debilidad manifiesta" del gobierno regional. Según su opinión, María Guardiola ha fracasado en la formación de un gobierno, en la aprobación de los presupuestos y en someterse a una moción de confianza. Por tanto, sostiene que la única opción que le queda, si tiene un poco de dignidad, es convocar elecciones anticipadas.
A pesar de esto, De Miguel ha dejado claro que ese adelanto electoral no es lo que los ciudadanos extremeños "están pidiendo en las calles". Al contrario, los extremeños desean que la política no se convierta en un "obstáculo más en sus vidas".
De Miguel ha afirmado que el problema es que la presidenta Guardiola está intentando que los votantes le otorguen la fuerza necesaria para resolver sus propias deficiencias en las negociaciones, destacando su falta de capacidad para dialogar. A su vez, ha aseverado que si se llegasen a convocar elecciones anticipadas, Unidas por Extremadura las afrontaría "sin miedo", unidas y convencidas de que son la "única alternativa" a las políticas que han llevado la situación actual.
Además, ante la pregunta de los medios sobre la disponibilidad de encuestas, De Miguel ha declarado que su partido no trabaja con ese tipo de estudios, sugiriendo que podría ser un error que Guardiola impulsara unas elecciones anticipadas sin garantizarse una mayoría y que pudiera seguir siendo "rehén de Vox".
De Miguel reafirmó que su grupo se siente confiado en su desempeño en la Asamblea y en las calles, y se mostró dispuesta a enfrentar un posible adelanto electoral. Sin embargo, advirtió que debería observarse si la presidenta Guardiola decide llevar a cabo tal medida y si eso no le supondría un perjuicio en las urnas, dado que ha mostrado una falta de aprovechamiento en las oportunidades ofrecidas anteriormente.
También criticó al secretario general del PSOE en Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, por mostrarse dispuesto a aprobar unos presupuestos con cambios mínimos y al haber aprobado apenas 50 enmiendas de las 852 presentadas. Esto se produce en un contexto donde el Partido Popular a nivel estatal impidió que llegaran a Extremadura 300 millones de euros al votar en contra del 'decreto ómnibus'.
Según las palabras de De Miguel, el señor Gallardo se comporta como un "pagafantas", buscando validar unos presupuestos prácticamente sin condiciones. Este hecho, según su opinión, demuestra que no está a la altura de las circunstancias y que disfrazar su disposición como un acto responsable resulta, en realidad, una humillación para el pueblo extremeño.
Respecto a la prórroga de los presupuestos, Irene de Miguel ha subrayado que no tendrá consecuencias prácticas inmediatas para los ciudadanos de Extremadura y ha recordado que no es la primera vez que se opta por prorrogar las cuentas.
En una interacción con los medios, la portavoz ha manifestado su confianza en que María Guardiola "no ha querido llegar a un acuerdo con el Partido Socialista", resaltando que esto implicaría "romper la disciplina de partido" que el señor Feijóo insiste en mantener desde Génova.
De Miguel ha enfatizado que es "evidente" que ninguna comunidad autónoma, salvo Valencia por su actual situación, logrará acuerdos con el PSOE, agregando que lograr tales pactos carecería de sentido a nivel autonómico mientras el Partido Popular a nivel estatal mantenga un enfrentamiento abierto contra el Gobierno central. Este contexto, según su análisis, demuestra que la presidenta Guardiola no desea repetir experiencias pasadas donde fue forzada a aceptar condiciones con la extrema derecha.
Finalmente, ha resaltado que la situación política a nivel estatal afecta directamente las decisiones y oportunidades a nivel regional, afirmando que existía potencial para alcanzar un acuerdo con el Partido Socialista dado que estaban dispuestos a ello. Sin embargo, este desequilibrio en las relaciones políticas es, a su entender, una muestra del juego político que la derecha está llevando a cabo.
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