La pandemia del COVID-19 ha tenido un impacto significativo en la economía global y regional de todo el mundo. En España, uno de los sectores más afectados ha sido el turismo. Con la cancelación de vuelos, la implementación de restricciones de viaje y el cierre de fronteras, el número de turistas que visitan España ha disminuido considerablemente. En esos momentos, Extremadura no ha sido la excepción.
Extremadura es una de las regiones más bellas y auténticas de España. Está ubicada en el suroeste de la península ibérica y cuenta con una gran diversidad geográfica y cultural. Antes del brote del COVID-19, la región venía experimentando un incremento sostenido en el número de turistas que llegaban desde el extranjero.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el año 2019, Extremadura recibió alrededor de 400.000 turistas extranjeros, lo que representó un aumento del 10% con respecto al año anterior. La restauración, el turismo rural y el patrimonio histórico-artístico son algunos de los recursos más destacados que la región pone a disposición de sus visitantes. El turismo fue, sin duda, uno de los principales motores de la economía de Extremadura.
Desde el inicio de la pandemia, el sector turístico de Extremadura ha estado en estado de alerta debido a las consecuencias económicas que esto ha tenido. En el primer semestre del 2020, las cifras han sido bastante alarmantes: solo se han registrado cerca de 34.000 turistas extranjeros, lo que se traduce en un descenso de más del 90% con respecto a las cifras obtenidas en el primer semestre del 2019.
El turismo rural, en particular, ha sido uno de los sectores más afectados, ya que los visitantes generalmente llegan a la región en busca de lugares tranquilos, alejados del bullicio de las grandes ciudades. Alrededor del 70% de los alojamientos rurales han cerrado sus puertas, y los que continúan abiertos han tenido que reducir significativamente su capacidad. Además, la cancelación de eventos culturales y festivales que atraen a un gran número de turistas ha sido una gran pérdida para la economía de la región.
Conscientes de la relevancia del turismo para el desarrollo económico regional, Extremadura ha comenzado a desarrollar diversas estrategias para recuperar este sector de la economía. La región ha centrado su atención en crear protocolos de seguridad sanitaria en las instalaciones turísticas, impulsar el turismo interno y potenciar los atractivos turísticos de menor afluencia. El objetivo es dar a conocer al mundo todo lo que la región tiene para ofrecer más allá de los lugares y recursos más mainstream.
Para ello, se ha puesto en marcha un plan que busca convertir a Extremadura en un destino turístico seguro y referente en tiempos post COVID-19. La colaboración con otros organismos y entidades regionales también ha sido muy importante para intentar atraer a los visitantes una vez que se levanten algunas de las restricciones que aún existen.
La pandemia del COVID-19 ha impactado fuertemente en el turismo en Extremadura y en todo el mundo. La ausencia de turistas extranjeros ha sido uno de los principales factores afectando a la economía de la región. Sin embargo, se han identificado oportunidades y estrategias para recuperar este sector y el turismo interno está tomando impulso.
Es momento de seguir trabajando juntos para consolidar a Extremadura como un destino turístico seguro y de referencia a nivel mundial. A pesar de las dificultades, la región cuenta con grandes recursos turísticos, culturales, históricos y paisajísticos que pueden seguir siendo explotados en tiempos post-COVID-19.