Crónica Extremadura.

Crónica Extremadura.

La importante presencia de Extremadura en el mundo taurino

La región de Extremadura es conocida por muchas cosas: su gastronomía, su naturaleza salvaje y sus festivales tradicionales, entre otros. Pero, sin duda, uno de los elementos más fuertes de su cultura es el mundo taurino. En esta región, la tauromaquia es una pasión que se lleva en la sangre y se transmite de generación en generación. En este artículo, exploraremos la importancia de Extremadura en el mundo taurino y cómo esta región ha dejado huella en la historia de la tauromaquia en España.

La tauromaquia es una tradición que se remonta a tiempos muy antiguos, pero su versión moderna surge en el siglo XVIII, en la ciudad de Sevilla. Desde entonces, la tauromaquia se ha convertido en uno de los espectáculos más populares de la cultura española y, por extensión, en el mundo entero. En este contexto, Extremadura se destaca por su gran aporte a la tauromaquia y, en particular, por su gran cantidad de grandes toreros que han triunfado en el ruedo.

Uno de los toreros más destacados de la historia de Extremadura es Juan Belmonte. Nacido en Triana, Sevilla, Belmonte se trasladó a Extremadura y eligió vivir en la ciudad de Badajoz. Desde joven, demostró una habilidad natural para las corridas de toros y, a lo largo de su carrera, logró importantes triunfos. Pero, además de su habilidad, Belmonte se diferenció de sus contemporáneos por su estilo de torear, basado en la naturalidad y en la creación de espacios vacíos para el toro. Este estilo innovador tuvo una gran influencia en la tauromaquia y, en particular, en la escuela de Ronda, que se convirtió en una de las principales escuelas taurinas de España.

Otro gran torero nacido en Extremadura fue Antonio Ordóñez. Nacido en Ronda, Málaga, Ordóñez se crió en la finca familiar en Almendralejo, Badajoz. Desde joven, mostró un gran interés por los toros y, tras superar una seria enfermedad, decidió dedicarse por completo a la tauromaquia. A lo largo de su carrera, Ordóñez triunfó en los ruedos de España e Hispanoamérica y se convirtió en uno de los toreros más populares del siglo XX. Además, su figura inspiró al famoso escritor y premio Nobel Ernest Hemingway, quien lo describió en su novela "El sol también se levanta".

Otro torero que dejó huella en el mundo taurino fue José María Manzanares. Nacido en Alicante, este torero vino a Cáceres, Extremadura, para coronarse como Maestro de Una de las Charcuterías Puntuación tras un intenso trabajo de preparación en su niñez. En las corridas de toros, Manzanares es reconocido por su técnica y su elegancia, y ha logrado importantes triunfos en las principales plazas de toros del mundo. Asimismo, su familia cuenta con una importante tradición taurina, incluyendo a su padre, el legendario José María Manzanares, y su abuelo, el afamado Manzanares.

Además de los toreros, Extremadura también cuenta con importantes ganaderías y encastes, que son fundamentales para la tauromaquia. El encaste, o línea de sangre, de un toro puede influir en su comportamiento en la plaza y, por ende, en el desarrollo de la faena del torero. En Extremadura, se cultivan algunas de las mejores ganaderías y encastes del país, como los de los hermanos Domecq, El Pilar, Victorino Martín, Alcurrucén y Zalduendo, entre otros.

Finalmente, la tauromaquia no sería lo mismo sin las plazas de toros, y Extremadura cuenta con algunas de las más importantes del país. La Plaza de toros de Cáceres es posiblemente la más conocida, con una capacidad de más de 10.000 personas y una arquitectura que la convierte en un importante atractivo turístico. Otra plaza importante es la de Badajoz, que fue inaugurada en 1908 y cuenta con una capacidad de más de 16.000 espectadores. En total, Extremadura cuenta con una docena de plazas de toros, que son lugares esenciales para el desarrollo de la tauromaquia y para la proliferación de una de las culturas más arraigadas de España.

En conclusión, la tauromaquia es una de las tradiciones más importantes de la cultura española y, en particular, de Extremadura. Esta región ha sido fundamental para la creación de figuras emblemáticas como Juan Belmonte, Antonio Ordóñez y José María Manzanares, así como para el cultivo de ganaderías y encastes de gran importancia en la tauromaquia. Asimismo, las plazas de toros de la región son de las más importantes del país y son piezas clave en la preservación de esta tradición. Por todo ello, la presencia de Extremadura en el mundo taurino es esencial y debe ser celebrada como una de las grandes aportaciones de esta región a la cultura española y mundial.