La Caja Rural de Extremadura ha obtenido un beneficio neto de 14 millones de euros en el ejercicio 2022, lo que representa un aumento del 9,9% con respecto al año anterior. La cuenta de resultados ha sido aprobada por la Asamblea General ordinaria de delegados, en la que se ha reelegido a Urbano Caballo como presidente de la entidad con más del 99% de los votos.
El crecimiento del resultado positivo de la Caja ha sido respaldado por un aumento del 8,7% de la inversión crediticia, que llega hasta los 1.552,9 millones de euros. Según la Caja Rural de Extremadura, esta estrategia ha permitido facilitar la inversión a los sectores productivos y a la ciudadanía extremeña en un contexto de tensión inflacionista y de endurecimiento de la política monetaria.
La entidad ha contribuido a la "financiación de proyectos" y al "impulso de la reactivación económica y el crecimiento de la región" mediante la concesión de más de 6.000 operaciones de activo, por un importe que supera los 350 millones de euros en préstamos a pymes, autónomos y particulares. En este sentido, la cooperativa de crédito ha incrementado su volumen de negocio en más de 230 millones.
Caja Rural de Extremadura ha continuado reforzando sus indicadores financieros de estabilidad, con una tasa de morosidad que ha bajado hasta el 2,79%, por debajo de la media del sector (3,54%). El nivel de solvencia de la entidad se ha situado en el 16%, cifra que supera en 412 puntos básicos lo exigido legalmente, y la ratio de liquidez ha alcanzado el 189,2%, casi el doble del requerimiento y diez puntos por encima de la media del sector financiero.
Pese a que el sector financiero ha continuado reduciendo su presencial territorial, Caja Rural de Extremadura ha cerrado 2022 como líder en número de oficinas operativas en la región, con un total de 109. La entidad ha mantenido íntegramente su red de oficinas, en línea con su compromiso de evitar la exclusión financiera en los entornos rurales y de prestar una atención presencial "imprescindible para las personas mayores".
Para cumplir con sus objetivos sociales, Caja Rural de Extremadura destinará 2,4 millones de euros de sus beneficios al Fondo de Educación y Promoción. El año pasado, la entidad atendió a través de este Fondo en torno a 700 solicitudes de colaboración de índole social, principalmente organizaciones no gubernamentales y sin ánimo de lucro que apoyan a los más desfavorecidos, pero también de proyectos culturales, deportivos o de impulso a las cooperativas y a los mejores productos de la comunidad.
La Asamblea General ha acordado la reelección de Urbano Caballo como presidente y el nombramiento de cuatro miembros del Consejo Rector. Se incorporan como nuevos vocales titulares la empresaria y presidenta de la Asociación Profesional de Agricultores y Ganaderos de Don Benito y Comarca, Natalia García-Camacho, y el economista Álvaro Vicente Doblas, que ya fue miembro de la Comisión de Control de la Caja. Además, renuevan su cargo la profesora de la Universidad de Extremadura Rosa María Escobar y el presidente de la Cooperativa Ganadera de Siruela, Valentín Nieto. El nuevo representante de los empleados en el Consejo Rector será Martín Fariñas.
El presidente de Caja Rural de Extremadura, Urbano Caballo, ha destacado que la evolución positiva de los indicadores de negocio, especialmente en un año muy agitado desde el punto de vista económico, "demuestra el buen trabajo y el compromiso de la plantilla de la Caja". La entidad mantendrá su modelo de "banca cercana y personal" y su objetivo de ser "la entidad de referencia de las cooperativas, de las denominaciones de origen y de todo el sector agroalimentario de la región". El director general ha presentado el Plan Estratégico 2023-2025, que plantea un plan de expansión comercial, dirigido tanto a alcanzar nuevos segmentos de clientes como a incrementar la presencia territorial con la apertura de nuevas oficinas en la comunidad.