CÁCERES, 28 de septiembre. El incendio que se inició en Jarilla el 12 de agosto ha sido oficialmente declarado extinto este domingo por el Plan Infoex, después de haber devastado un área cercana a las 17.367 hectáreas. Este incendio se ha convertido en el más grave registrado en la región desde que se llevan a cabo estos monitoreos.
La Junta de Extremadura ha confirmado la extinción del fuego a mediodía de este domingo mediante un comunicado de prensa, destacando que el origen del conflagración se remonta a uno de los 702 rayos que impactaron en la comunidad aquel día, con 443 en la provincia de Badajoz y 259 en Cáceres.
El Gobierno regional ha indicado que estos rayos fueron responsables de desencadenar hasta 17 incendios forestales simultáneamente, una circunstancia considerada "sin precedentes". Este evento coincide con una ola de calor que también ha sido calificada como "excepcional" por su duración y severidad.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha señalado que agosto de 2023 fue el mes más caluroso desde 1961, reportando temperaturas de niveles nunca antes vistos y una ola de calor que se extendió a lo largo de 16 días. Esta combinación de factores climáticos propició un entorno ideal para la propagación de incendios forestales en Extremadura y otras zonas del país.
El incendio en Jarilla ha tenido un impacto significativo en 18 municipios dentro de las comarcas cacereñas del Valle del Ambroz y el Valle del Jerte. Las localidades más afectadas, de mayor a menor extensión de daño, incluyen Cabezabellosa, Hervás y Navaconcejo, entre otras.
Es importante mencionar que estas áreas están dentro de la Zona de Actuación Urgente (ZAU), la cual fue establecida por el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura el 18 de septiembre. Ese mismo día se aprobó la declaración de utilidad pública para las labores de emergencia necesarias tanto en esta zona como en la de Caminomorisco, donde el fuego ha causado daños en 2.781 hectáreas afectando a tres municipios.
La Junta ha defendido que gracias a esta declaración, incluso antes de que se confirmara la extinción total del incendio, se han iniciado trabajos de conservación y restauración del entorno. Estas labores están destinadas a reducir la erosión del suelo y a evitar el arrastre de cenizas y otros sedimentos tras las lluvias.
Entre las primeras acciones llevadas a cabo se encuentra el 'helimulching', una técnica donde un helicóptero es utilizado para esparcir un acolchado de paja en ciertas laderas seleccionadas por los expertos del departamento de Gestión Forestal y Mundo Rural. Durante el otoño, se planean ejecutar otras actuaciones similares en las ZAUs de Jarilla y Caminomorisco.
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