El primero de enero de 2025, la política extremeña vivió un nuevo capítulo de controversia tras el discurso de fin de año de la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola. La portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea, Piedad Álvarez, no tuvo reparos en calificar el mensaje de la líder regional como “vacío y desaprovechado”, asegurando que se trató de "una verdadera tomadura de pelo" hacia los ciudadanos extremeños.

Álvarez, sin contemplaciones, enfatizó que el socialista no esperaba mucho de la intervención de Guardiola, afirmando que este no defraudó, dado que se centró en "la nada más absoluta". A su juicio, la presidenta no abordó ninguno de los temas que realmente inquietan a los habitantes de la región, dejando un vacío notorio en su discurso.

En su crítica, la representante del PSOE argumentó que la presidenta no trató ninguna cuestión relevante, no mencionó los problemas del sistema de salud, que, según ella, ha enfrentado un inminente retroceso, con un aumento en las listas de espera y una reducción en el número de médicos disponibles. También se hizo eco de la preocupación ante la renuncia constante de altos cargos del sector público.

La portavoz socialista agregó que la presidenta Ignacio de la situación de las infraestructuras en la región y el impacto de la crisis en el sector agrícola, haciendo hincapié en la desatención de los ganaderos que sufrieron durante la pandemia de la lengua azul, para quienes no se han implementado medidas efectivas. Además, criticó la falta de mención a iniciativas clave, como el proyecto de regadío de Tierra de Barros y la gigafactoría en Navalmoral de la Mata, que podrían suponer un avance significativo para la economía regional.

Piedad Álvarez también subrayó la omisión grave de temas educativos, el caos en la sanidad y otros retos que enfrenta la comunidad. Mencionó que la presidenta ignoró las problemáticas que afectan a la población joven en su acceso a la vivienda, así como las necesidades de los mayores, las mujeres y las víctimas de la violencia de género, dejando en claro su falta de proyección de futuro en la política regional.

La portavoz del PSOE no dudó en resaltar la falta de propuestas concretas por parte de Guardiola, indicando que su incapacidad para abordar temas fundamentales es una señal de que no tiene un plan sólido para enfrentar los desafíos que enfrenta Extremadura. “No puede hablar de nada, porque no tiene nada que ofrecer”, sentenció.

Además, criticó lo que consideró un "ejercicio de cinismo" al ver a la presidenta invocar el diálogo y el consenso, a pesar de que su gobierno se ha caracterizado por una ausencia total de colaboración y acuerdos reales. Esta crítica se fortificó al señalar que el año transcurrido ha estado marcado por la inestabilidad y la incertidumbre en la región.

Un punto que Álvarez quiso destacar fue la situación de los presupuestos de la región. Aseguró que Extremadura a día de hoy continúa sin contar con un nuevo presupuesto, enfatizando que la presidenta es la primera en la historia de la región que no ha logrado negociar un acuerdo presupuestario adecuado para garantizar el progreso y el bienestar de la población extremeña.

En lo que concierne al ámbito del empleo, la portavoz del PSOE resaltó que, a pesar de la favorable situación que se observa a nivel nacional, Extremadura apenas ha creado 3.000 empleos en el último año, comparado con los 500.000 nuevos puestos de trabajo generados en el resto del país. Esta cifra, según ella, indica que Extremadura ha generado un excesivo porcentaje de desempleo en comparación al resto de España.

Por estas razones, Álvarez sentenció que el discurso de la presidenta ha sido un “fiasco”, un “discurso vacío que pone en evidencia la completa falta de proyecto para la región y la incapacidad de la presidenta para hacer frente a los retos venideros”. Con un claro deseo de señalar la gravedad de la situación, concluyó que fue "un discurso para olvidar, que refleja un año desastroso: infructuoso, vacío y desaprovechado”.