En la región de Cáceres, la situación de los incendios ha alcanzado niveles alarmantes, lo que ha llevado al Ejecutivo extremeño a declarar que se trata de una crisis de "extrema gravedad". Particularmente preocupantes son los fuegos que afectan a las áreas de Aliseda y Casar de Cáceres, aunque el incendio de Jarilla también genera inquietud, ya que existe la posibilidad de que su situación empeore en las próximas horas.

Ocho incendios se encuentran en estado activo, mientras que otros se mantienen en control o en fase de extinción. Esta información fue compartida por el consejero de Presidencia, Interior y Diálogo Social, Abel Bautista, durante una rueda de prensa ofrecida desde el Puesto de Mando Avanzado del 112 en La Granja, donde enfatizó la complejidad del panorama actual.

La situación ha obligado a tomar decisiones drásticas, como el desalojo de dos urbanizaciones en Casar de Cáceres y Aliseda debido a la proximidad de las llamas. Además, el incendio en Jarilla ha mostrado signos de reactivación, saltando una barrera que los responsables no esperaban que fuera superada.

Bautista, visiblemente afectado por los acontecimientos, comentó que el operativo para combatir los fuegos activos en la región se encuentra "absolutamente tensionado" y anunció que la Junta de Extremadura solicitará al Mecanismo Europeo de Protección Civil el envío de 100 camiones de bomberos, que sumarían 400 efectivos, así como 10 helicópteros y 10 aeronaves anfibias para colaborar en la extinción de los incendios.

La presidenta extremeña, María Guardiola, también ha hecho hincapié en la necesidad de un mayor apoyo, pidiendo el despliegue de maquinaria pesada y recursos aéreos del Ejército para intensificar la lucha contra las llamas.

El consejero de Presidencia no escatimó en advertencias, enfatizando que sin la adopción de "medidas extraordinarias" y el apoyo del Ejército, el futuro de la situación es incierto. Subrayó que hay familias extremeñas en riesgo y viviendas amenazadas, por lo que es imperativo actuar para evitar cualquier desgracia que podría ser evitada.

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