En un operativo llevado a cabo en Salvatierra de Santiago, en la provincia de Cáceres, agentes pertenecientes al Equipo ROCA de la Guardia Civil han procedido a la inmovilización de un impresionante total de 9.000 kilos de aceitunas que han sido clasificadas como no aptas para el consumo humano. Este hecho se reveló tras una inspección en un establecimiento dedicado a la compraventa de aceitunas en la mencionada localidad.
Durante la revisión, realizada el pasado 17 de diciembre, los agentes se encontraron con un almacenamiento de aceitunas que claramente no cumplía con las condiciones higiénico-sanitarias adecuadas. Este hallazgo fue corroborado por un informe emitido por los Servicios Farmacéuticos del Servicio Extremeño de Salud, el cual determinó que dicho fruto no podría ser consumido por la población, dada su estado de deterioro.
Las aceitunas se hallaban en condiciones deplorables, unas dispuestas sobre un suelo de hormigón y otras directamente en contacto con la tierra. Esta situación se agravaba por el vertido de un líquido proveniente del almacenamiento, el cual se escurría hacia la vía pública y desembocaba en un pequeño regato, generando preocupaciones sobre la posible contaminación ambiental que podría derivarse de tal vertido.
Frente a las condiciones insalubres detectadas en el lugar, la Guardia Civil no ha dudado en iniciar diversos expedientes administrativos contra el propietario del establecimiento por supuestas infracciones en materia de sanidad alimentaria y protección del medio ambiente. La gravísima falta de cumplimiento de las normativas pertinentes ha sido motivo de acción inmediata por parte de las autoridades.
Los 9.000 kilos de aceitunas inmovilizadas deberán ser destruidos o utilizados para fines distintos a la alimentación, dado que han sido categorizadas como no aptas para el consumo humano, según la información proporcionada en un comunicado de prensa emitido por la Guardia Civil.
Es importante mencionar que el propietario de este punto de compraventa no es ajeno a las inspecciones, ya que anteriormente, en el inicio de este año, se había enfrentado a una situación similar. En esa ocasión, los agentes del mismo equipo habían encontrado irregularidades en la misma instalación, lo que llevó a la inmovilización de 15.000 kilos de aceitunas también consideradas no aptas para el consumo humano.
La reiteración de estos incidentes ha llevado a que se inicie, en enero de 2024, una investigación penal contra este individuo. Se le atribuyen graves delitos como desobediencia, falsedad documental y contravención de las normativas sobre salud pública, en grado de tentativa. Esto se debió a que los agentes observaban con preocupación cómo el responsable intentaba eludir la prohibición de mover las aceitunas, retirándolas de manera no autorizada y bajo el precinto de inmovilización, con la intención de enviarlas a una almazara para su transformación.
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