En la jornada del martes, el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura llevó a cabo la aprobación de un nuevo decreto que establece las bases para el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del emblemático Parque Nacional de Monfragüe. Este iniciativa busca asegurar la adecuada conservación y protección del ecosistema del parque y su rica biodiversidad.

La portavoz del gobierno regional, Victoria Bazaga, ofreció una rueda de prensa en Mérida para explicar que este plan tiene como objetivo primordial regular las actividades en el parque, adaptarlas a las necesidades contemporáneas y fomentar la recuperación de prácticas tradicionales que han definido la historia del lugar.

Entre las acciones contempladas, Bazaga destacó la importancia de gestionar las poblaciones de ungulados y la erradicación de especies no autóctonas. Como premisa fundamental, se plantea mantener un balance entre la conservación del parque y el desarrollo tanto social como económico de las comunidades vecinas que dependen de esta área protegida.

El documento aprobado establece normas y directrices claras para la gestión del parque, incluyendo la zonificación necesaria para alcanzar los objetivos establecidos en aspectos como la conservación, uso público, educación ambiental, investigación y desarrollo social y económico.

Entre las innovaciones que incorpora este nuevo PRUG se encuentra la creación de un Plan de Autoprotección para el Parque, así como un enfoque integral para su gestión sostenible y estrategias para la prevención de incendios, según ha informado el Ejecutivo regional.

Con una vigencia establecida de diez años, este plan reemplaza al anterior, que ya había caducado. Su desarrollo ha contado con la colaboración de diversas administraciones, entidades relacionadas y ciudadanos interesados en la preservación del parque.

Además de esta iniciativa, el Consejo de Gobierno ha autorizado un nuevo encargo a la empresa pública Tecnología y Servicios Agrarios S.A. (Tragsatec) para contribuir con apoyo técnico a la segunda fase de los programas de sanidad animal en la región. Esta fase, programada para el año 2025, tiene un presupuesto de 4.211.687,45 euros.

Este encargo incluirá actividades de control, prevención y erradicación de enfermedades que afectan a la producción ganadera en la comunidad, buscando reducir los riesgos asociados a través de prácticas de manejo y diagnóstico, todo ello en un esfuerzo por promover la excelencia en las prácticas pecuarias.