El pasado 9 de diciembre, en Badajoz, un presunto estafador de 35 años fue arrestado por la Policía Nacional tras ser acusado de llevar a cabo una estafa en el alquiler de una vivienda. Este individuo exigía un depósito de 550 euros a las potenciales inquilinas antes de formalizar cualquier contrato, eludiendo así la legalidad del proceso.

La situación se desató alrededor de las 12:50 horas, cuando una mujer de 33 años se presentó en la oficina de denuncias de la ciudad para reportar lo sucedido. Había sido alertada por una amiga, quien ya había entregado la misma suma para reservar el mismo inmueble, lo que generó sospechas sobre la legitimidad del acuerdo.

La mujer decidió acudir a la cita para inspeccionar el piso y, en el momento en que iba a entregar el depósito exigido, los agentes de Seguridad Ciudadana intervinieron rápidamente. Ante el relato de los hechos, procedieron a la captura del sospechoso, quien se encontraba en el lugar como presunto autor de un fraude.

El Grupo de Delitos Tecnológicos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Badajoz asumió la investigación. En su indagación, descubrieron que la primera víctima había pagado los 550 euros el 7 de diciembre, sin sospechar de la posible trampa que se estaba urdiendo en torno al alquiler de la vivienda. Este hallazgo llevó a los investigadores a explorar la posibilidad de que existieran más afectados por las mismas acciones fraudulentas.

Finalmente, el detenido, un hombre de 35 años, fue presentado ante la autoridad judicial después de que se completara la instrucción del informe correspondiente. Este caso pone de manifiesto la importancia de actuar con precaución en transacciones de alquiler para evitar caer en engaños y fraudes similares.