CÁCERES, 7 Ene. - En un acto significativo de la labor de la Guardia Civil, agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Cáceres (USECIC), junto con varias patrullas de las localidades de Plasencia y Coria, han llevado a cabo la detención de un individuo bajo la sospecha de haber cometido múltiples delitos, incluido el quebrantamiento de una condena. Este sujeto habría infringido una orden de protección vigente para una víctima de violencia de género, amenazándola con un hacha de grandes dimensiones, lo que incluye también cargos de atentado y desobediencia grave a agentes de la autoridad.
La intervención tuvo lugar el pasado 5 de enero en una localidad situada al norte de la provincia de Cáceres. Todo comenzó cuando la Central 062 de la Guardia Civil recibió una llamada de emergencia de una mujer, quien alertó que su expareja, a quien se le había dictado una orden de protección, estaba merodeando de manera amenazante cerca de su residencia, portando el mencionado hacha y mostrando una actitud claramente agresiva.
Conscientes de la gravedad de la situación, los agentes se movilizaron de inmediato en busca del sospechoso. La búsqueda se extendió durante la tarde hasta que, finalmente, a altas horas de la noche, el hombre fue localizado en el domicilio de sus padres, con quienes reside.
Una vez en la vivienda, los agentes intentaron establecer un diálogo pacífico con el detenido; sin embargo, este reaccionó de manera desafiante. Con actitudes agresivas, lanzó diversos objetos y se negó a abandonar el lugar, lo que dificultó la intervención de las fuerzas del orden.
Ante la creciente preocupación por la seguridad de las personas que se encontraban en la vivienda, y tras obtener la autorización de la autoridad judicial, los agentes decidieron entrar en el inmueble. En el momento de su ingreso, el individuo arremetió contra ellos utilizando un palo de grandes dimensiones, provocando lesiones leves a dos de los agentes, según la información proporcionada por la Guardia Civil en un comunicado oficial.
Finalmente, tras lograr controlar la situación y neutralizar al agresor, se procedió a su detención. El hombre fue posteriormente trasladado a las instalaciones de la Guardia Civil para dar inicio a los trámites legales pertinentes.
Al concluir el proceso de diligencias, el detenido fue llevado ante la autoridad judicial competente, quien ha determinado su ingreso en prisión provisional, sentando un precedente sobre la firmeza del sistema judicial ante los delitos de violencia de género y desobediencia a la autoridad.
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