ALMARAZ (CÁCERES), 30 de octubre.

Las compañías que gestionan la Central Nuclear de Almaraz han decidido este jueves formalizar una solicitud ante el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico para extender su licencia de operación hasta junio de 2030.

La Junta de Administradores y la Asamblea de Socios de Centrales Nucleares Almaraz-Trillo, A.I.E. llevaron a cabo una reunión extraordinaria hoy, donde se acordó proceder con la petición para modificar la autorización de explotación de los dos reactores de la planta, permitiendo así su funcionamiento durante un periodo adicional que se extiende hasta junio de 2030.

En un comunicado, la organización ha subrayado su sólida determinación de mantener la operación de la Central Nuclear de Almaraz en condiciones de seguridad, fiabilidad y eficiencia, resaltando que opera bajo "altos estándares que la colocan entre las mejores centrales nucleares del mundo".

Asimismo, han destacado la relevancia de la central como una "infraestructura clave" que proporciona más del 7 por ciento de la electricidad consumida en el territorio nacional, lo que se traduce en energía suficiente para aproximadamente 4 millones de hogares. Este logro es el resultado del esfuerzo y la dedicación de unas 4.000 personas que laboran en la instalación y su entorno, sumándose a otros 1.200 trabajadores contratados temporalmente durante las tareas de recarga.

Además, se argumenta que la planta representa "el principal motor socioeconómico" de su región y se considera una de las industrias más significativas de Extremadura, generando empleos altamente cualificados y de larga duración, así como un impacto positivo en la generación de empleo en sectores adyacentes.

La Central de Almaraz, que se encuentra en el nivel 1 de excelencia según la Asociación Mundial de Operadores de Centrales Nucleares, ha cumplido con todos los requisitos establecidos en la Revisión Periódica de Seguridad aprobada por el Consejo de Seguridad Nuclear en 2020, proyección que se mantiene hasta 2030. La planta cuenta con un sistema riguroso de control basado en auditorías y evaluaciones externas.

Con una cifra de inversión anual que asciende a 50 millones de euros, destinada a la mejora y modernización de sus instalaciones, la Central de Almaraz está en óptimas condiciones para continuar su operación, similar a la Central North Anna en Virginia, Estados Unidos, que es su contraparte en esa región.