En un reciente caso que ha generado mucha atención, la Guardia Civil ha tomado medidas contra un conductor que fue sorprendido a una velocidad alarmante de 183 kilómetros por hora en la autovía EX-A1, en el área de Malpartida de Plasencia. Este tramo de carretera tiene un límite de velocidad establecido de 90 kilómetros por hora.

El incidente ocurrió durante una serie de controles de velocidad organizados por una patrulla de Tráfico de Navalmoral de la Mata. Gracias al uso de un radar móvil, los agentes detectaron al furgón que circulaba a esta velocidad extremadamente superior a la permitida para vehículos de este tipo.

Después de identificar al conductor y recabar la información necesaria sobre la infracción, los agentes calificaron el suceso como un delito contra la seguridad vial. La ley, concretamente el artículo 379.1 del Código Penal, establece que superar en más de 80 kilómetros por hora el límite de velocidad en carreteras interurbanas constituye un delito, y este caso se sitúa mucho más allá de ese umbral permitido.

Por lo tanto, el Equipo de Investigación de Siniestros Viales del Subsector de Tráfico de Cáceres ha iniciado una investigación penal contra el conductor. Las diligencias se han enviado a la autoridad judicial en Plasencia, que será la encargada de tomar decisiones sobre el caso.

Las consecuencias para el infractor pueden ser severas. Podría enfrentarse a penas de prisión de entre tres y seis meses, además de la posibilidad de ser multado durante un periodo de seis a doce meses o realizar trabajos comunitarios de entre 31 a 90 días. También se prevé la pérdida del derecho a conducir vehículos y ciclomotores por un período que puede variar entre uno y cuatro años.

La Guardia Civil ha hecho hincapié en que el exceso de velocidad sigue siendo uno de los factores más preocupantes en la siniestralidad vial, y el control de este tipo de infracciones es una de las prioridades en sus esfuerzos por garantizar la seguridad en las carreteras.