En la Asamblea de Extremadura, el Grupo Parlamentario de Vox se ha encontrado en una posición aislada tras presentar una controvertida propuesta de ley destinada a reformar el actual sistema de representación sindical. A esta iniciativa se le ha denominado un "chiringuitazo", argumentando que facilita el aprovechamiento de ciertos sindicatos por parte de las formaciones de izquierdas para manipular voluntades y limitar el diálogo social a un número reducido de grupos.

La propuesta busca modificar la Ley 3/2003, que regula la participación de los agentes sociales más destacados, pero ha sido objeto de enmiendas al completo por parte del resto de los partidos en la cámara regional. Dentro de este contexto, la enmienda presentada por el Partido Popular ha avanzado en la votación, superando las propuestas del PSOE, que fue rechazada, y la del grupo Unidas por Extremadura, de la que se abstuvieron los socialistas.

Óscar Fernández, portavoz de Vox, ha expresado su descontento al señalar que, gracias al apoyo del PP, se seguirá financiando a sindicatos que él considera "parásitos" con recursos del erario público. Sin embargo, ha dejado claro que su partido no cederá en su empeño, apuntando que, aunque esta vez la reforma no se ha materializado, están convencidos de que eventualmente se logrará a través de un decreto ley, nuevos presupuestos o quizás en futuras elecciones, reafirmando que Vox se mantiene firme en sus principios.

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