En Mérida, el 3 de agosto, se han reportado importantes intervenciones por parte del cuerpo especializado en la lucha contra incendios forestales de Extremadura, conocido como Infoex. En la última semana, los efectivos han atendido un total de 71 incidentes, de los cuales 31 se han clasificado como incendios forestales.

Estos incendios han devastado alrededor de 2.779 hectáreas, con 15 siniestros registrados en la provincia de Badajoz y 16 en Cáceres, según un comunicado de la Junta de Extremadura. Esta situación pone de manifiesto la preocupante tendencia del aumento de los fuegos en tierras españolas durante los meses más cálidos.

Durante la semana que concluye, se declararon 12 incendios con nivel de alerta 1 y uno severo, el que ocurrió en Caminomorisco (Cáceres), donde los daños alcanzaron las 2.660 hectáreas, destacando la necesidad de una respuesta más robusta ante estos eventos.

La previsión meteorológica indica que la comunidad, junto con el resto de la Península, enfrentará una ola de calor como consecuencia del anticiclón de las Azores, que impide el paso de aire frío desde el norte de Europa y, al mismo tiempo, se espera la llegada de aire caliente proveniente del Sáhara. Esta situación elevará las temperaturas tanto durante el día como en la noche, manteniendo las condiciones de riesgo hasta al menos el viernes 8 de agosto.

A pesar de que se espera cierta estabilidad atmosférica, las altas temperaturas generarán una baja relativa en la superficie, lo que podría desembocar en inestabilidad, con fuertes vientos de dirección variable. Esto complica aún más la recuperación de humedad en los combustibles vegetales durante la noche, dificultando las operaciones de extinción de posibles incendios que pudieran surgir.

Además, se emitió una alerta naranja para gran parte de la comunidad debido al pronóstico de temperaturas extremas, según la Agencia Estatal de Meteorología. En este contexto, el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de la Junta de Extremadura ha reiterado la importancia de extremar las precauciones, especialmente en trabajos agrícolas y en actividades cercanas a zonas forestales, que son susceptibles de provocar incendios devastadores.