En una jornada marcada por la controversia, David Sánchez Pérez-Castejón, el hermano del presidente Pedro Sánchez, se presentó nuevamente ante los tribunales en Badajoz. Este viernes, compareció por segunda ocasión en el Juzgado de Instrucción número 3 de la ciudad, en calidad de investigado en relación con su nombramiento en la Diputación de Badajoz. Su declaración se extendió por aproximadamente media hora, en un proceso que sigue generando un intenso interés mediático.

A diferencia de su primera aparición, donde se marchó en un vehículo por el garaje, David optó por salir a pie de los Juzgados esta vez. Su salida fue singular, ya que estaba solo y bajo la atenta mirada de un dispositivo policial que trataba de minimizar el acoso mediático. A su paso, un grupo de periodistas, cámaras en mano, le lanzaba preguntas sobre su testimonio y el cargo que ocupa en la Diputación, a lo que él decidió no responder.

En el trayecto hacia su coche, David Sánchez fue objeto de protestas por parte de miembros de la organización HazteOír. Armados con un megáfono, estos manifestantes le gritaron frases contundentes como "Silencio, ahora hay vergüenza para no decir nada" y "Ahora no cantas tanto, sinvergüenza", interpelándolo directamente sobre su situación familiar y política.

Además de David, otros investigados también comparecieron ante la jueza este mismo día. Entre ellos se encontraba Luis María Carrero, quien es exasesor del Gobierno en Moncloa y actual responsable de Coordinación de Centros y Programas de Actividades Transfronterizas en la Diputación de Badajoz. Junto a él, el diputado de Cultura Ricardo Cabezas y Manuel Candalija, director del área de Cultura, también fueron llamados a declarar en un caso que sigue acaparando la atención pública.