Crónica Extremadura.

Crónica Extremadura.

Irene de Miguel afirma que el PP ya puede degradar la región sin el apoyo de Vox.

Irene de Miguel afirma que el PP ya puede degradar la región sin el apoyo de Vox.

El pasado sábado, en Mérida, la candidata de Unidas por Extremadura a la Presidencia de la Junta, Irene de Miguel, expresó su firme oposición a la proliferación de plantas de biogás que han comenzado a surgir en la región, aseverando que el Partido Popular no necesita el apoyo de Vox para convertir Extremadura en un verdadero vertedero.

Durante una manifestación organizada por diversas plataformas contrarias a estos proyectos en la Plaza de España, De Miguel criticó duramente la falta de consideración de la presidenta de la Junta, María Guardiola, hacia los pueblos y sus habitantes, subrayando que sus decisiones carecen de respeto por la comunidad rural.

La candidata destacó que la existencia de más de 18 proyectos de plantas de biogás en Extremadura es un reflejo claro del desprecio que tiene el Partido Popular por el medio rural. Según ella, este enfoque condena a la región a seguir siendo “una tierra de sacrificio”, donde las empresas vienen únicamente a contaminar y dejar residuos, mientras que la población local solo recibe migajas a cambio.

Frente a esto, De Miguel hizo un llamado a un cambio radical en las políticas que se implementan, con el objetivo de que los extremeños puedan tener control sobre su propio futuro. Insistió en la necesidad de generar beneficios tangibles para la zona, argumentando que las plantas de biogás solo contribuyen a la despoblación.

De Miguel agregó que estos proyectos traen consigo contaminación y crean un ambiente insalubre que afecta la salud de los residentes. Hizo énfasis en que uno de los pueblos previstos para albergar una de estas instalaciones, La Coronada, ya presenta las peores tasas de esperanza de vida en la región, además de estar cerca de un macrovertedero existente.

Por último, la líder de Unidas por Extremadura reafirmó su compromiso de oponerse a estos proyectos que, según ella, solo sirven para beneficiar a empresas externas que se aprovechan de las ayudas europeas y que no contribuyen al desarrollo local. Cerró su intervención con una reflexión sobre la necesidad de preservar los pueblos como espacios habitables, y no simplemente como depósitos de residuos indeseados.