Crónica Extremadura.

Crónica Extremadura.

Las diócesis de Extremadura y Toledo alternarán la presidencia de la celebración de la patrona de la región.

Las diócesis de Extremadura y Toledo alternarán la presidencia de la celebración de la patrona de la región.

La solicitud para trasladar a Guadalupe a la Diócesis de Plasencia sigue su curso en la Ciudad del Vaticano.

CÁCERES, 11 Jun.

Este año, la presidencia de la festividad religiosa de la patrona de Extremadura, que se celebra el 8 de septiembre en el Monasterio de Guadalupe, estará a cargo del arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga. En los años venideros, esta responsabilidad se irá rotando entre los obispos de Plasencia, Coria-Cáceres y el arzobispo de Toledo, cuya diócesis incluye a la localidad cacereña de Guadalupe, donde se ha desempeñado como presidente de la celebración hasta ahora.

Este movimiento es un paso más hacia el objetivo de transferir el Monasterio de Guadalupe, que actualmente pertenece a la Archidiócesis de Toledo, a una diócesis de Extremadura, considerando que la Virgen de Guadalupe es la patrona de la región. El proceso continúa avanzando en Roma a la espera de una resolución definitiva, aunque aún no se ha establecido una fecha para ello.

Estas afirmaciones fueron expresadas por el obispo de Coria-Cáceres, Jesús Pulido, durante la presentación del XIV Teológico celebrado el pasado martes. Pulido destacó que este proceso, aunque lento, avanza con propuestas concretas y agradeció al arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, por la cortesía de permitir la rotación en la presidencia de la celebración.

En relación con el estado actual del expediente para la transferencia de Guadalupe a una diócesis de Extremadura, específicamente a Plasencia, monseñor Pulido señaló que se trata de una cuestión compleja debido a la doble función de Guadalupe como parroquia y basílica, además de su pertenencia a Toledo y la atención pastoral proporcionada por sacerdotes de esta archidiócesis.

Para superar estos obstáculos, se ha planteado la posibilidad de establecer un santuario, aunque hasta el momento no se han presentado novedades significativas en el expediente y no se ha recibido ninguna comunicación oficial al respecto en el último año.

Es importante recordar que la distribución eclesiástica actual se remonta a 1994, cuando se creó la provincia eclesiástica de Mérida-Badajoz, separando las Diócesis de Plasencia y Coria-Cáceres de la provincia eclesiástica de Toledo. Según Pulido, estas son cuestiones que requieren tiempo y delicadeza, ya que lo más importante es preservar la devoción que existe en Toledo y Extremadura hacia la Virgen de Guadalupe.