Organizaciones y migrantes en Mérida critican el nuevo pacto migratorio por permitir deportaciones masivas.
En la ciudad de Mérida, más de tres centenares de personas se han manifestado en contra del Pacto Europeo de Migración y Asilo, argumentando que este acuerdo permite deportaciones masivas y pone en riesgo a menores de edad y mujeres.
Los participantes, incluidos migrantes de países como Mali alojados en el albergue de la capital, levantaron pancartas con mensajes como "no a la trata" y "vergüenza de Europa, abajo las fronteras", solicitando protección internacional para poder cumplir sus sueños de permanecer en la UE y tener una vida digna.
Uno de los jóvenes manifestantes, Bubba J., pidió apoyo a los países europeos para lograr una vida digna en el continente.
En este sentido, Silvia Cobo, representante de una plataforma de ayuda a migrantes, expresó su preocupación por la posible eliminación del derecho al asilo y la protección internacional, considerando que el pacto migratorio podría establecer precedentes negativos.
Cobo resaltó la crueldad de aplicar este acuerdo a menores de seis años, señalando que podrían enfrentarse a deportaciones violentas en caso de perder a sus madres durante la travesía.
La concentración se llevó a cabo también en Cáceres y Badajoz, donde se leyó un manifiesto en varios idiomas advirtiendo sobre la presión que recaerá en países como España, Grecia e Italia al pedir asilo solo en el primer país de llegada.
Por otro lado, el pacto contempla un sistema de "solidaridad obligatoria pero flexible" que permitirá a los países contribuir a la gestión de la migración mediante una compensación económica, lo que ha generado críticas por parte de los manifestantes.
Bubba J. denunció las condiciones precarias en el albergue de Mérida, donde cientos de personas, incluidos menores de edad, sufren falta de atención médica, frío y escasez de alimentos.
La portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, criticó las políticas migratorias que, en su opinión, tratan a los migrantes como delincuentes y perpetúan un racismo institucional.
De Miguel expresó su compromiso de mejorar las condiciones de vida de las personas en el albergue de Mérida y de luchar contra las políticas que precarizan la situación de los migrantes en Europa.