CÁCERES, 11 de noviembre.

La Plataforma Salvemos la Montaña ha definido como "histórica" la manifestación que se llevó a cabo el pasado domingo en Cáceres, donde, según la organización, se congregaron aproximadamente 7.000 personas, aunque la cifra ofrecida por la Policía Local ascendió a 4.000.

Bajo el lema 'Defiende Cáceres', la plataforma se jacta de haber alcanzado "todos los récords" en esta tercera protesta contra la mina de litio proyectada en Valdeflores, en la Sierra de la Mosca. Este incremento en la participación contrasta notablemente con la primera manifestación de abril de 2018, donde la oposición era unánime y la mina se planificaba a cielo abierto. Aquel evento contó con una asistencia significativamente menor, lo que subraya un notable crecimiento en el rechazo ciudadano hacia el proyecto.

Frente a esta contundente respuesta de la ciudadanía, el colectivo plantea si "¿continuarán ignorando la voluntad de los ciudadanos de Cáceres aquellos que nos gobiernan tanto en la ciudad como en Mérida?".

La organización ha señalado que, a pesar de la limitada información oficial proporcionada por la compañía minera, la población ha comprendido las seria advertencias en relación al devastador impacto que tendría la mina, así como su megavertedero y la gran planta hidroquímica que afectaría al acuífero local, resaltando la disconformidad social hacia el proyecto.

Este creciente descontento se manifiesta en la interpretación que la ciudadanía ha hecho sobre el potencial daño que la minería causaría a recursos naturales como el agua, así como a la salud pública, la economía local y el patrimonio cultural, sosteniendo que las consecuencias de este daño reverberarían a largo plazo.

La plataforma subraya que el “bochornoso papel” desempeñado por las Administraciones Públicas, tanto a nivel regional como local, en el proceso de aprobación del proyecto ha sido un factor determinante en la alta asistencia a la manifestación. Acusa a las autoridades de bloquear informes técnicos críticos y de validar la información ofrecida por la minera, ignorando la incompatibilidad urbanística que debería haber llevado a la declaración de Premia.

Asimismo, critican que gran parte de la información relacionada con el proyecto se ha mantenido oculta, mucho más allá de lo que estipula la ley sobre la protección de datos industriales sensibles, violando así el derecho de la ciudadanía a estar informada.

En relación a la marcha, que transitó por el centro de Cáceres desde la plaza de América hasta la Plaza Mayor, se desarrolló sin incidentes. Sin embargo, se registró una pitada en las cercanías de las oficinas del Servicio de Minas de la Junta de Extremadura, como protesta ante lo que se percibe como una actitud de colaboración con la minera, contrastada con la obstrucción sistemática hacia la plataforma de oposición.

Durante el trayecto por la avenida de España, más personas se unieron a la protesta, con los manifestantes ocupando hasta 4.500 metros cuadrados de espacio público. La plataforma sostiene que la asistencia se elevó a 7.000 personas, una cifra que se aproxima a la estimación de la Policía Nacional (6.000), pero que difiere notablemente de la cifra proporcionada por la Policía Local, que reportó solo 4.000. A pesar de esta discrepancia, la plataforma reafirma que “el éxito ha sido rotundo” y que ha quedado demostrado que "la ciudad rechaza la mina".