En Mérida, la portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, ha anunciado que su grupo político no apoyará el manifiesto por el Día Internacional de la Mujer. La razón es clara: no quieren servir de apoyo a la presidenta de la Junta, María Guardiola, a quien acusan de estar "blanqueando al fascismo".

De Miguel ha expresado su firme rechazo a la idea de "dar un pin morado" a Guardiola, argumentando que la presidenta ha estado negociando políticas con la extrema derecha. Su declaración deja entrever una profunda discrepancia con respecto a las decisiones políticas actuales en la región.

A lo largo de su intervención, la portavoz apuntó que el Partido Popular está utilizando el feminismo de manera instrumental para enmascarar lo que consideran una gestión deficiente, centrada en pactos con aquellos que desestimaron la gravedad de la violencia machista y buscan desmantelar derechos fundamentales, como el acceso a la educación sexual en las escuelas.

De Miguel ha subrayado que la verdadera lucha por la igualdad no se trata solo de discursos, sino de acciones efectivas, haciendo mención a la cerrada de varias oficinas de igualdad y servicios de apoyo psicológico para mujeres en la comunidad. Su indignación es palpable al afirmar que las palabras vacías no son suficientes cuando las políticas de igualdad siguen sin implementarse adecuadamente.

La portavoz también ha expresado su frustración ante la falta de acción de la presidenta para eludir el apoyo a la extrema derecha, comparando esta situación desfavorable con la postura adoptada por otras naciones, como Alemania. Esta crítica busca evidenciar la inacción de la Junta ante un contexto político complicado.

En su intervención, De Miguel recordó que por primera vez, Unidas por Extremadura no firmará el manifiesto institucional por el 8M, debido a la oposición de sus socios en la Junta, quienes preferían omitir este importante acto, a pesar de las alarmantes estadísticas sobre desigualdad de género que persisten en la región.

Las cifras son contundentes: en Extremadura, actualmente hay 47,000 mujeres en paro frente a 26,000 hombres, y la disparidad salarial perpetúa una brecha inaceptable. A pesar de estas estadísticas preocupantes, hay quienes cuestionan la existencia misma de la desigualdad, lo que provoca la indignación de De Miguel.

La portavoz ha insistido en que "no todo vale" en la lucha feminista y ha enfatizado que la unidad debería provenir de un propósito común: erradicar la violencia machista y desmantelar los discursos negacionistas. Su llamado a la acción se intensifica al acercarse el Día Internacional de la Mujer, subrayando la relevancia del movimiento feminista en un contexto de reacción conservadora.

En otro tema, Irene de Miguel se refirió al controvertido decreto fiscal conocido como "gazpacho", que se aprobó recientemente en la Asamblea. Aseguró que el Partido Popular y Vox están acelerando su tramitación sin permitir que especialistas fiscales ofrezcan su perspectiva sobre el impacto que tendrá esta legislación en las finanzas públicas.

Finalmente, De Miguel adelantó que su partido presentará enmiendas a este decreto con el objetivo de implementar un enfoque fiscal más sostenible y equitativo, orientado a beneficiar a la mayoría y gravar la especulación inmobiliaria, enfatizando que aquellos con mayores recursos deben contribuir de forma más equitativa al bienestar colectivo.