ZARAGOZA/MÉRIDA, 6 de junio.

   En un despliegue policial de gran envergadura, dos individuos han sido arrestados en la localidad cacereña de Valverde de la Vera, donde se halló a siete nigerianos que se encontraban en una situación laboral irregular, viviendo en condiciones sumamente precarias que rozaban la mendicidad.

    Esta operación, conocida como 'Operación Lhotse-Tiger', ha sido llevada a cabo por la Policía Nacional y la Guardia Civil, quienes han logrado desmantelar una organización dedicada a la trata de personas y a la explotación laboral. A raíz de estos operativos, se han podido liberar a 45 víctimas que estaban siendo explotadas en fincas agrícolas a lo largo de diversas regiones, incluyendo Aragón, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana y Extremadura.

    En total, la operación ha llevado a la detención de nueve individuos: tres en Zaragoza, tres en Ávila, dos en Cáceres y uno en Barcelona. De estos, tres han sido encarcelados bajo acusaciones de explotación laboral, falsificación de documentos y vinculación a un grupo delictivo.

   La red criminal, cuyo centro de operaciones se encontraba en la provincia de Zaragoza, estaba conformada por personas de origen pakistaní y argentino que se especializaban en el reclutamiento y explotación de inmigrantes vulnerables provenientes de naciones como Nepal, Pakistán e India. Estos migrantes eran engañados con promesas de empleos dignos en España, según ha informado el Instituto Armado.

   Las investigaciones han revelado que esta organización se dedicaba a proveer mano de obra a diversas empresas en todo el territorio nacional, aprovechándose de la situación económica desfavorable y de la irregularidad migratoria de sus víctimas.

    Los trabajadores eran alojados en condiciones infrahumanas y eran sometidos a un constante control por parte de sus captores. Las testimonios de las víctimas han puesto de manifiesto que eran transportadas desde Europa oriental y que, además de vivir en una extrema pobreza, debían pagar por el hospedaje, el traslado a sus lugares de trabajo y, en algunos casos, incluso por su propia colocación laboral.

   La investigación se inició en 2024 tras una inspección donde se descubrió a varios temporeros asiáticos que vivían en condiciones alarmantes en un establecimiento de una empresa de alimentos en Candeleda (Ávila).

    Como resultado de estas pesquisas, fueron detenidos tres individuos: uno encargado del resguardo de las mujeres y dos responsables de la empresa alimentaria, quienes eran conscientes y se beneficiaban de la situación de explotación de las víctimas.

    Paralelamente, se realizó otro descubrimiento días antes, esta vez de trabajadores nepalíes que sufrían condiciones de explotación en una instalación agrícola en Valverde de la Vera (Cáceres). Estos siete trabajadores eran encontrados en situación irregular, usando documentación falsa y viviendo en condiciones miserables que rayaban en la mendicidad.

(Más información disponible en Europa Press)