El 21 de marzo en Mérida, la situación climatológica en la cuenca del Guadiana muestra una notable persistencia en la serie de borrascas, lo que ha generado un aumento en los niveles de diversas presas del área occidental. Se espera que el caudal máximo llegue durante la madrugada entre el sábado y el domingo, según advierten las autoridades correspondientes.
Para ese momento, se anticipa que la presa del azud de Badajoz gestionará un caudal cercano al pico registrado la tarde del jueves, que fue de 706,6 metros cúbicos por segundo. Desde entonces, el caudal de salida ha comenzado a disminuir de forma paulatina, y en la última actualización por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, se reportó un valor actual de 478 m³/s.
Sin embargo, este caudal podría aumentar nuevamente durante el fin de semana, dado que se pronostican nuevas lluvias que podrían influir en los niveles de agua hasta el esperado máximo del domingo por la mañana. Las precipitaciones afectarán los cauces, que en este momento siguen una trayectoria descendente.
Los embalses que están operando en modo de alivio incluyen la Presa de Tentudía, Gargáligas, Cubilar, Los Molinos de Matachel, Villar del Rey, Presa de Los Canchales, Presa de Cancho del Fresno y Presa de Ruecas, además del Azud de Ruecas o el Lavadero.
A excepción de la presa de Los Canchales, que sigue en descenso, y las de Villar del Rey y Tentudía que se mantienen estables, el resto de las infraestructuras presenta un comportamiento ascendente, conservando niveles dentro de lo considerado normal. En total, hay un ingreso aproximado de 300 m³/s en las presas gestionadas, mientras que el desagüe se encuentra en menos de la mitad, alrededor de 144 m³/s, gracias a su capacidad de regulación.
El aliviado por las presas ha mostrado un ligero incremento desde el jueves, lo que se considera como un comportamiento normal ante eventos de lluvias, ya que las presas ajustan su actividad para gestionar el caudal recibido, según indica la Confederación.
Además, es importante resaltar que el agua que se está desaguando, que en este caso ocurre de forma automática y no requiere intervención de la CHG, es significativamente menor en comparación con los caudales que provienen de áreas no reguladas.
Los caudales de desagüe fluctuarán en las próximas horas de acuerdo a la información hidrológica disponible, las previsiones meteorológicas y los aportes a los embalses. Con esto en mente, las autoridades insisten en la necesidad de mantener la vigilancia ante los pronósticos de chubascos que se avecinan.
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