El pasado 4 de noviembre, la Guardia Civil llevó a cabo una operación que ha resultado en la detención de una pareja en Don Benito, Badajoz, por su implicación en actividades ilegales relacionadas con el cultivo de marihuana y el robo de electricidad en una nave industrial ubicada en Almendralejo.

Las autoridades iniciaron una investigación tras identificar a los sospechosos, un hombre y una mujer residentes en Don Benito, quienes empleaban un local alquilado en la municipalidad de Almendralejo para llevar a cabo la siembra de cannabis. Esta actividad fue detectada por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de Badajoz, en coordinación con el Puesto de Aceuchal.

Durante la investigación, los agentes establecieron vigilancia alrededor del lugar y el martes pasado lograron interceptar a la pareja en las inmediaciones de la propiedad. En su vehículo se encontró un considerable alijo de 330 gramos de marihuana eficientemente envasados, listos para ser comercializados.

Enseguida, con la autorización del Juzgado de Instrucción correspondiente, se realizó un registro en la nave, donde se descubrió un sofisticado sistema de cultivo en el interior, que incluía hasta 150 maceteros, equipos de iluminación, ventilación y extractores diseñados para optimizar el crecimiento de las plantas, según informa la Guardia Civil en un comunicado.

Dicha instalación, además, contaba con conexiones ilegales a la red eléctrica, lo que les permitía abastecer todos los dispositivos necesarios para su operación. Este tipo de acciones no solo pone en riesgo la salud pública, sino que también afecta a la infraestructura eléctrica local.

Asimismo, se hallaron otros 3.000 gramos de cogollos en secado, lo que podría generar alrededor de 10.000 dosis en el mercado. Como resultado, se han iniciado diligencias legales por delitos relacionados con el tráfico y cultivo de drogas, así como la sustracción de suministro eléctrico.

Los detenidos han quedado a disposición del Juzgado de Instrucción de Almendralejo, y esta actuación se enmarca dentro del Plan Nacional de Respuesta ante el tráfico y cultivo de cannabis, conocido como 'Operación Miller'. Esta iniciativa busca desarticular redes organizadas vinculadas a este tipo de crimen, que a menudo están asociadas con otros delitos graves como la trata de personas o el blanqueo de capitales.