El inicio del año 2025 se caracteriza por un incremento en los costos de diversas tarifas que impactan directamente en el bolsillo de los ciudadanos españoles, incluida la de telecomunicaciones, la electricidad, los alimentos y los envíos postales. Este aumento en los precios responde, en gran parte, a la eliminación de las rebajas fiscales previamente establecidas en estas áreas, lo que lleva a la población a enfrentarse a un contexto económico más difícil.
La tasa del IVA sobre los alimentos básicos, así como el aceite de oliva y otros aceites de semillas, ha comenzado a ajustarse nuevamente, tras un año marcado por la rebaja. Desde el 1 de enero, este impuesto se elevará al 4% para el aceite de oliva, que sigue siendo considerado un alimento esencial. Este regreso a los tipos impositivos regulares refleja un cambio en la política fiscal del gobierno, que se había mantenido en niveles excepcionales durante la crisis inflacionaria de los últimos años.
En materia de electricidad, la principal modificación que enfrentarán los consumidores es la vuelta al 21% del IVA, medida que entró en vigor este 1 de enero. Este cambio implica una restauración del impuesto que había sido reducido temporalmente en respuesta a las presiones económicas. A lo largo de 2024, el IVA había fluctuado entre el 10% y el 21%, dependiendo de las condiciones del mercado eléctrico y el precio del megavatio hora.
El final de 2023 marcó el inicio del desmantelamiento de las medidas fiscales destinadas a mitigar la crisis energética, incluidas las revisiones del Impuesto Especial de la Electricidad. Este impuesto se ajustará a 2,5% en el primer trimestre de 2024 y a 3,8% en el segundo. Asimismo, el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica verá su tipo incrementado al 3,5% hasta marzo, y pasará a un 5,25% hasta junio.
Adicionalmente, los costes fijos de la electricidad experimentarán un alarmante aumento del 39% en 2025 comparado con el año anterior, lo que se traduce en un impacto significativo para las familias y consumidores. Este incremento es consecuencia de reducciones previas impulsadas por el gobierno durante la crisis energética, que habían mantenido estos costos muy por debajo de los niveles precrisis durante varios años.
Por otro lado, los peajes eléctricos, que son regulados por la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC), registrarán, en términos generales, una disminución del 4%. Sin embargo, este ajuste puede no ser suficiente para aliviar el impacto global de los aumentos en otras áreas del consumo energético.
Las modificaciones en el marco de la electricidad no se limitan a los cambios de tarifas y tipos impositivos. Se introducirán nuevos criterios para calcular el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) que adoptará una metodología más estable, incorporando una mezcla de precios a medio y largo plazo para mitigar la volatilidad, a la par que se mantienen ojos en los precios a corto que fomenten una gestión más eficiente del consumo energético.
Desde 2025, la vinculación de tarifas con el precio del 'pool' se reducirá, incrementando la referencia de los mercados de futuros hasta alcanzar un 40%, un significativo cambio respecto al 25% de 2024.
Respecto al gas natural, la tarifa de último recurso (TUR) se incrementará a partir del 1 de enero en un 10%, debido a la llegada del invierno y la variación en los precios del gas estacional. Las tarifas para el suministro colectivo, variarán entre un 13,5% y un 18,3% para las TUR vecinales.
Movistar también está en el camino de aumentar sus tarifas, planeando un incremento de alrededor del 5% a partir del 13 de enero. Esto significará un coste adicional de aproximadamente 3 euros al mes para muchos usuarios, con algunos incrementos que podrían llegar a casi 6 euros mensuales.
Por su parte, Vodafone España aplicará un incremento promedio del 3% en sus tarifas desde el 1 de enero, basándose en la variación del IPC, que se ha situado en un 2,95% según los datos más recientes. Esta actualización de precios busca alinearse con la inflación que el consumidor ha sentido durante el último año.
En cuanto a Orange, la compañía también planifica un aumento del 3% en sus tarifas que entrará en vigor el 27 de enero, lo que se traduce en un pago adicional de entre 2 y 6 euros mensuales, dependiendo del tipo de contrato que el consumidor tenga.
El Euríbor ha mostrado una ligera mejoría al cerrar el mes de diciembre en el 2,4%, el nivel más bajo desde septiembre de 2022. Esto significa que los propietarios con hipotecas podrán ver una rebaja en sus cuotas, en gran medida debido a la disminución del diferencial que actualmente se aplica.
El Panel de Funcas ha pronosticado una reducción más en los tipos de intervención del BCE durante 2025, lo que podría influir directamente en los mercados financieros y culminar con un Euribor proyectado en torno al 2,35% al finalizar el año.
Por otro lado, el Gobierno ha decidido prorrogar las ayudas al transporte público que venían aplicándose desde 2022, aunque solo hasta junio de 2025. Posteriormente, un nuevo abono de Cercanías se establecerá para todo el territorio español al costo de 20 euros, complementando los actuales descuentos en el transporte autonómico.
Los primeros seis meses del año continuarán beneficiando a los usuarios con la gratuidad en servicios de trenes de Cercanías, Rodalies, Media Distancia, y descuentos del 50% en el transporte urbano, así como facilidades adicionales para bicicletas compartidas.
A partir de julio, se implementará un nuevo abono único de Cercanías por un costo mensual de 20 euros, proporcionando tarifas más reducidas para jóvenes menores de 26 años. Además, se ofrecerán sustanciales descuentos en los servicios de media distancia convencional y en autobuses estatales, cuya implementación de descuentos variará según la edad y el tipo de billete.
Para este año, los usuarios de carreteras de peaje gestionadas por el estado deberán enfrentar un ajuste del 2% en las tarifas para vehículos sin cobro electrónico, mientras que los vehículos que sí utilizan este sistema verán incrementos de hasta un 11,09%.
En relación a las concesiones privadas de autopistas, se anticipa que las tarifas aumenten entre un 3,84% y un 5,45% dependiendo de las especificaciones de cada concesión, afectando a diversas autopistas a nivel nacional.
Finalmente, el costo de los sellos para el envío de cartas y postales de hasta veinte gramos se incrementará a 0,89 euros, un aumento notable que equivale a un 8,54% si se compara con el año anterior. Además, otros servicios postales como las cartas certificadas y los envíos internacionales también reflejarán ajustes significativos en sus tarifas, consolidando un año donde el incremento de precios será una constante a considerar.
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