En Badajoz, el pasado 24 de mayo, el consejero de Presidencia, Interior y Diálogo Social, Abel Bautista, arremetió contra el secretario general del PSOE de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, a quien acusó de refugiarse tras su escaño en la Asamblea autonómica con el fin de eludir la justicia por un tiempo. Bautista clasificó a Gallardo como un "hombre temeroso" que supuestamente manipula su condición de aforado para obtener "beneficios personales".

El aforamiento del que disfruta Gallardo implica que cualquier procedimiento judicial en su contra tendría que ser juzgado por un tribunal superior. Bautista no dudó en señalar que el líder socialista solo busca protegerse del proceso judicial que enfrenta por las acusaciones que le presentan.

Durante su intervención, el consejero implicó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en lo que describió como una "operación orquestada" desde La Moncloa, alegando que Gallardo actúa como un peón al servicio de una “familia corrupta”. Esta declaración tuvo lugar durante la clausura de las Escuelas Deportivas Municipales, donde Bautista expuso sus preocupaciones sobre la situación actual del PSOE en la región.

Además, Bautista hizo hincapié en el escándalo que rodea al entorno de Sánchez, quien tiene a su propio hermano, al fiscal general y a su esposa bajo investigación. En este contexto, Bautista reforzó sus críticas al calificar al PSOE de "organización mafiosa", sugiriendo una complicidad más amplia dentro de las filas socialistas.

Es importante destacar que la misma jornada en que Gallardo recibió su acta como diputado autonómico, el Juzgado de Instrucción Número 3 de Badajoz dio inicio a un juicio oral en su contra, así como contra el hermano del presidente, David Sánchez, y otros nueve individuos, todos acusados de presuntos delitos relacionados con tráfico de influencias y prevaricación.