Crónica Extremadura.

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CSIF respalda movilizaciones en institutos para garantizar la permanencia de docentes en Muface.

CSIF respalda movilizaciones en institutos para garantizar la permanencia de docentes en Muface.

En Cáceres y Badajoz, el 27 de noviembre se llevaron a cabo concentraciones organizadas por el sindicato CSIF en varias instituciones educativas de Extremadura. El propósito de estas manifestaciones fue solicitar la continuidad del régimen de Muface para los docentes, en respuesta a la posible integración forzada de los mutualistas en el sistema de salud pública, una decisión que podría impactar a unos 45,000 profesores y maestros en la región.

Entre los puntos de encuentro destacados se encuentran el IES Ágora en Cáceres y el IES Castelar en Badajoz. Durante las concentraciones, se leyó un manifiesto que sostiene que “la solución no radica en abolir Muface, sino en reforzarlo y modernizarlo de manera urgente.” En este sentido, advierten que el discurso en torno a la supuesta insostenibilidad del modelo podría comprometer la atención sanitaria de más de un millón de funcionarios y sus familias a nivel nacional.

Antonia Paredes, delegada de CSIF Educación en Extremadura, dirigió sus reclamos al Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, instando a realizar una nueva licitación con las aseguradoras para garantizar la viabilidad del modelo Muface, el cual, según ella, ha demostrado ser eficaz desde su creación en los años 70.

Paredes enfatizó la incertidumbre que rodea la situación de los mutualistas a partir del 31 de enero, mencionando que ya se están cancelando citas y negando autorizaciones para pruebas y chequeos médicos. En este contexto, anunciaron que CSIF se encargará de investigar las posibles responsabilidades de los involucrados. Además, recordó que tanto la Consejería de Sanidad de Extremadura como el Colegio de Médicos están comprometidos con la preservación de Muface, advirtiendo que su desaparición podría llevar a un colapso en el sistema sanitario y a un incremento significativo en las listas de espera.

Además, la delegada subrayó los problemas que enfrentan pacientes que reciben tratamiento para cáncer a través de compañías privadas, quienes se encuentran en la incertidumbre sobre cómo se gestionarán sus casos al integrarse en la Seguridad Social. “Es crucial determinar quién será responsable de estas situaciones”, destacó.

Más allá de las movilizaciones realizadas en Extremadura, el sindicato CSIF planea extender sus protestas a nivel nacional, no descartando la opción de una huelga. Paredes defendió la efectividad del modelo sanitario actual para los docentes, subrayando que ha “sido impecable hasta ahora.”

En el manifiesto leído durante las concentraciones, se argumenta que ser parte de Muface “no es una elección voluntaria”, sino “una obligación impuesta a los funcionarios del Estado.” Aseguran que la libertad de elección en la sanidad debe considerarse un derecho fundamental, no un privilegio, y denuncian que Muface ha sido víctima de la negligencia por parte de quienes deberían protegerlo.

Las consecuencias de esta negligencia se traducen en “desigualdades evidentes en el acceso a servicios sanitarios, especialmente en áreas rurales”, así como en “acuerdos inadecuados y obsoletos con aseguradoras, que no satisface las necesidades de los mutualistas”, lo que ha llevado a una “precarización de los servicios” y una intolerable erosión de la calidad asistencial.

Por esta razón, CSIF demanda un “reconocimiento inmediato de la naturaleza obligatoria de Muface, respetando los derechos adquiridos por los funcionarios”, así como una “inversión urgente en el modelo para restaurar y mejorar la calidad del servicio que merece el colectivo”. También pidieron un “diálogo sincero y real con los mutualistas”, que evite decisiones unilaterales que puedan poner en riesgo la sanidad pública y la estabilidad del sistema sanitario, reiterando la “importancia de preservar la libre elección sanitaria como un derecho indispensable para los empleados públicos.”

Finalmente, se reafirmó el compromiso de no aceptar medidas que reflejen improvisación ni que vulneren derechos individuales. “La sanidad es un pilar fundamental de nuestra sociedad, y cualquier reforma en este ámbito debe ser llevada a cabo con responsabilidad, planificación y en concordancia con los compromisos previamente establecidos”, concluye el manifiesto en defensa “de una sanidad de calidad para todos”.