El arzobispo de Mérida-Badajoz, José Rodríguez Carballo, ha manifestado su satisfacción por la reciente declaración de la Semana Santa de Badajoz como Fiesta de Interés Turístico Internacional. Este evento, según Rodríguez Carballo, no solo servirá para poner en valor las tradiciones culturales de la región, sino que espera que también impulsará una mayor asistencia de fieles a los templos durante este periodo litúrgico, destacando que esto es "lo más importante".

El arzobispo subraya la relevancia de esta declaración, que resalta la parte más visible de la Semana Santa, la que se celebra en las calles. En este sentido, continúa la línea de lo expresado previamente por la portavoz de la archidiócesis, al señalar que este reconocimiento por parte de las autoridades civiles es un testimonio del "esfuerzo constante" que se lleva a cabo a lo largo del año para que las procesiones logren su verdadero objetivo: ofrecer una "catequesis que recorre las calles".

Rodríguez Carballo también se muestra optimista en que esta distinción se traduzca en templos más llenos de fieles que deseen participar en las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa. Aunque reconoce la importancia de los actos al aire libre, subraya que "en el fondo, lo que verdaderamente cuenta es lo otro". Además, expresa su contento por el potencial de esta declaración para incrementar el flujo de visitantes, lo que sin duda beneficiará a la economía local.

En otro orden de cosas, el arzobispo ha celebrado la beatificación de Antonio de Badajoz. Rodríguez Carballo recuerda que, aunque cualquier santo forma parte de la Iglesia universal, el hecho de que fray Antonio de Badajoz y sus cuatro compañeros, quienes también serán beatificados, sean miembros de la orden franciscana, a la que él mismo pertenece y de la que fue General, le proporciona una "especial alegría".

El arzobispo resalta el impacto histórico de la orden franciscana en la Iglesia, destacando que esta beatificación es una nueva prueba de cómo los extremeños fueron "conquistadores del Nuevo Mundo, pero también evangelizadores de aquellas tierras". En este contexto, menciona a los 12 frailes franciscanos de Belvís de Monroy, conocidos como los 12 Apóstoles de México, cuyo V Centenario ha sido recientemente conmemorado. También señala la celebración del 50 aniversario de la canonización de san Juan Macías, un dominico de Ribera del Fresno que se dedicó a la misión en Perú.

Por último, Rodríguez Carballo pone de relieve que fueron "cientos" los evangelizadores que partieron de tierras extremeñas hacia América. Este hecho está "recogido y documentado" en diversas publicaciones, evidenciando el compromiso de muchos de ellos que partieron sin intención de regresar, dedicando sus vidas a la labor evangelizadora y a la defensa de los derechos de los indígenas, a quienes consideraban como personas y como hijos de Dios.