El pasado jueves 8 de mayo, la central nuclear Almaraz, ubicada en Cáceres, llevó a cabo su simulacro anual según lo estipulado en su Plan de Emergencia Interior (PEI). Este ejercicio es una práctica obligatoria que involucra a entidades clave como la Organización de Respuesta ante Emergencias del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y la Subdelegación del Gobierno en Cáceres.

Para llevar a cabo el simulacro, el CSN utilizó su Sala de Emergencias de respaldo, conocida como Salem 2, que se encuentra en la base de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en Torrejón de Ardoz, Madrid. Este protocolo ha estado en funcionamiento desde que se firmó un acuerdo de colaboración entre el CSN y la UME en el año 2010.

El propósito de este ejercicio anual en la Salem 2 es evaluar la capacidad de respuesta ante la hipotética falta de operatividad de la Sala de Emergencias en la sede del CSN. Durante el simulacro, el Consejo de Seguridad Nuclear supervisó el estado de la planta y las medidas adoptadas para asegurar su correcto funcionamiento.

Además, se establecieron comunicaciones constantes con el Centro de Coordinación Operativa (CECOP) en Cáceres, permitiendo al CSN recomendar acciones esenciales en materia de protección radiológica, por si se hubiera presentado una situación de riesgo, según la información compartida por el Consejo.

El ejercicio comenzó a las 10:23 horas, con la declaración de una emergencia de Categoría III en la central. Este estado fue provocado por la detención del reactor de la unidad I, que se debió a la activación de sus sistemas de protección ante la pérdida de funciones críticas para mantener la planta en condiciones seguras.

Dentro del contexto del simulacro, también se contempló la realización de un venteo controlado y filtrado desde el edificio de contención de la instalación, lo que llevó al CSN a aconsejar al CECOP en Cáceres sobre medidas como el control de accesos, la profilaxis, el confinamiento y la posible evacuación de la población afectada.

El operador de la central también simuló la declaración de una emergencia general, que corresponde a la categoría IV de su PEI. A su vez, el CSN activó su Organización de Respuesta ante Emergencias (ORE), llegando a un nivel dos, lo que supuso la movilización de grupos operativos desde la Sala de Emergencias en la instalación de respaldo en la UME. Desde el CECOP, se activó la situación I del Plan de Emergencia Nuclear Exterior (PENCA) vinculado a la central Almaraz.

Este tipo de incidentes serían catalogados en un principio como un evento de nivel 4 según la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES), subrayando la importancia de mantener protocolos robustos y efectivos ante cualquier eventualidad en estas instalaciones críticas.