El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha declarado que las elecciones que se llevarán a cabo en Extremadura el 21 de diciembre tienen repercusiones que trascienden los límites de la comunidad, considerándolas como un potencial punto de inflexión en la política española. Según Feijóo, estos comicios podrían marcar "el inicio del fin del sanchismo" y una oportunidad para superar la actual crisis política que sufre el país.

Durante un acto en Don Benito (Badajoz), donde se reunió con la presidenta de Extremadura y candidata a la reelección, María Guardiola, el presidente del PP enfatizó la importancia de estos comicios, afirmando que jamás se había dado tanta relevancia a unas elecciones autonómicas en la región para el conjunto nacional.

Feijóo sostuvo que la decisión de Guardiola de convocar elecciones demuestra su valentía, especialmente ante los intentos de otras formaciones políticas por obstaculizar los presupuestos y todo tipo de avance en la comunidad autónoma.

El presidente popular criticó lo que denominó como "una pinza absurda" que ha paralizado la actividad política en Extremadura. En respuesta a esta situación, destacó la importancia de que los ciudadanos acudan a las urnas para expresar claramente su voluntad y romper con este estancamiento.

Desde su perspectiva, los ciudadanos de toda España estarán muy pendientes de la decisión que tomen los extremeños el próximo 21 de diciembre, ya que podría simbolizar el comienzo de un cambio significativo en la política nacional, así como el fin del sanchismo.

Mostrando confianza en el futuro, Feijóo auguró que el PP obtendrá excelentes resultados en estas elecciones. En su opinión, Extremadura se enfrenta a una encrucijada: "avanzar o retroceder", haciendo hincapié en la necesidad de no retroceder en cuanto a la conectividad ferroviaria y otros aspectos cruciales para la región.

Asimismo, indicó que el futuro energético de Extremadura debe ser prioridad, subrayando la importancia de la central nuclear de Almaraz y comparándola favorablemente con otras instalaciones similares en España, lo que subraya la necesidad de mantener la energía nuclear operativa en todas las comunidades.

Por último, Feijóo dejó claro que Extremadura "no es cortijo de nadie" ni un lugar donde se permita la pereza administrativa. En este contexto, instó a que la comunidad sea gobernada por políticos honestos, sugiriendo que la ciudadanía merece representantes comprometidos y trabajadores que no busquen aprovecharse del poder.