En Mérida, a 21 de diciembre, la situación del Partido Socialista en Extremadura ha tomado un giro inesperado tras las recientes elecciones regionales. Su candidato a la presidencia de la Junta, Miguel Ángel Gallardo, expresó su descontento al calificar los resultados como desastrosos, sin atenuantes que los suavicen.

A pesar de su inesperado revés electoral, Gallardo ha manifestado que su principal preocupación no es su propia carrera política, sino el futuro del partido que representa. Consciente de la gravedad de la situación, ha convocado una reunión urgente de la Ejecutiva Regional del PSOE extremeño, programada para el lunes, con el objetivo de evaluar en profundidad los resultados y tomar decisiones que aseguren el bienestar del partido.

Durante una conferencia llevada a cabo en la sede del partido local, donde estuvo pendiente del conteo de votos, el líder socialista planteó la duda sobre el impacto real de las elecciones recientes. Afirmó que la candidata del Partido Popular no logró alcanzar la mayoría absoluta que se había propuesto, lo que, según él, contribuye al crecimiento de la extrema derecha y fomenta un clima de inestabilidad y bloqueo en la región.

Con casi el total de los votos ya contabilizados, el PSOE se ha llevado una desagradable sorpresa, al obtener solamente 18 escaños. Este es, sin lugar a dudas, el rendimiento más bajo en la historia del partido en esta comunidad autónoma, lo que representa una caída drástica si se compara con los 28 escaños logrados en 2023, donde empataron con el PP.

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