Este viernes, los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, emprendieron un viaje a Extremadura con el objetivo de expresar su respaldo a quienes han sufrido las consecuencias de los incendios forestales que han asolado la región durante el verano. Además, se propusieron conocer personalmente las labores de los equipos encargados de la extinción de estos devastadores siniestros.

La primera parada de la jornada tuvo lugar en el pequeño pueblo de Rebollar, ubicado en el idílico Valle del Jerte. Allí, un nutrido grupo de residentes se congregó para recibir a los monarcas, quienes fueron aclamados con gritos de agradecimiento. Entre ellos, una emocionada Maruchi, de 88 años, expresó su alegría por la visita real a este diminuto rincón de la comarca.

Los aplausos resonaron con fervor mientras los reyes escuchaban los vítores de los ciudadanos que celebraban su presencia. Felipe VI y Letizia se acercaron a un mirador, donde pudieron contemplar las hermosas vistas de los cerezos, los cuales, afortunadamente, no fueron afectados por las llamas.

En su recorrido, los Reyes contaron con la compañía de varias figuras destacadas, como el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, y el delegado del Gobierno en la región, José Luis Quintana. Estas autoridades se unieron a la visita con la intención de dialogar con los vecinos sobre los daños sufridos y las necesidades urgentes de las comunidades afectadas. Su presencia también buscaba rendir homenaje al esfuerzo de los equipos que lucharon incansablemente contra el fuego.

Durante la visita, la reina interactuó cálidamente con una vecina que sostenía en sus brazos a un cachorrito recién adoptado, al que decidieron nombrar Fuego, en un gesto que resalta la esperanza y el renacer tras la tragedia.

En Rebollar, el único pueblo del Valle del Jerte que fue evacuado, los monarcas planeaban participar en una reunión con vecinos de diversas localidades y representantes de sectores vitales como la apicultura, ganadería, agricultura y turismo. Esta interacción pretendía ser un puente para entender las preocupaciones y planes de recuperación tras los incendios.

Después de su estancia en Rebollar, los Reyes se dirigirán a Cabezabellosa, otro de los municipios evacuados el 12 de agosto, donde se encuentran con afectados y equipos de emergencias como la UME y diversos cuerpos de seguridad que jugaron un papel crucial durante la crisis.

En Hervás, su agenda incluirá un encuentro con los alcaldes de las localidades azotadas por el fuego, donde se examinarán las actuales condiciones de estas comunidades y se discutirán los planes de recuperación a largo plazo tras el incendio que devoró más de 17.400 hectáreas en tres comarcas del norte de Cáceres.

Con esta excursión a Extremadura, los Reyes finalizan una semana intensa dedicada a visitar las áreas más afectadas por los recientes incendios, habiendo estado previamente en el lago de Sanabria y en Galicia, donde tomaron la medida del impacto de estas calamidades en diferentes partes de España.