En la ciudad de Plasencia, situada en la provincia de Cáceres, se ha concretado un importante acuerdo entre la Junta de Extremadura y la Junta de Castilla y León el 30 de mayo. Este acuerdo, conocido como el Protocolo General de Actuación, tiene como objetivo fundamental mejorar la coordinación en las tareas de prevención y extinción de incendios forestales en los territorios limítrofes de ambas comunidades autónomas.
El pacto fue firmado por el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León, Juan Carlos Suárez- Quiñones, y por Ignacio Higuero de Juan, el consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural de Extremadura, quienes representan a sus gobiernos. Este acto simboliza un paso significativo hacia una colaboración más efectiva entre las dos regiones en el manejo de emergencias ambientales.
La creación de este protocolo responde a la creciente necesidad de actuar de forma integral y rápida frente a la amenaza que suponen los incendios forestales, especialmente en la Zona de Actuación Conjunta ante Incendios Forestales (ZACIF), una franja de cinco kilómetros a cada lado de la frontera entre ambas comunidades. La Junta de Extremadura subraya que, en estas áreas, el trabajo cooperativo es vital, dadas las particularidades orográficas y climáticas que pueden facilitar la propagación del fuego de un lado a otro.
Uno de los aspectos más destacados del protocolo es la implementación de un procedimiento de colaboración que permite la intervención inmediata sin necesidad de solicitar ayuda de manera formal. También se establecerá un Mando Unificado de Extinción (MUE) para gestionar los incendios que afecten a ambas comunidades, garantizando así que las decisiones se tomen de manera conjunta y coordinada.
Adicionalmente, se contará con un Puesto de Mando Avanzado compartido, se utilizarán sistemas de comunicación comunes y se designará un coordinador para los medios aéreos. Se incluirá también la creación de una Comisión Técnica de Seguimiento, cuyo objetivo será evaluar la eficacia del protocolo, proponer mejoras técnicas y coordinar acciones conjuntas de formación y prevención.
Este protocolo tendrá una validez indefinida, a menos que alguna de las partes decida terminarlo, y es un claro ejemplo de cooperación interterritorial enfocada en la seguridad ambiental y la protección de la ciudadanía. Con este acuerdo, Extremadura y Castilla y León reafirma su duro compromiso hacia la conservación del medio ambiente y la optimización en la gestión de emergencias, priorizando la seguridad de las personas y la protección de su entorno.
El acto de firma tuvo lugar en el Centro Universitario de Plasencia y estuvo acompañado por la presencia del alcalde de la ciudad, Fernando Pizarro, así como otros altos funcionarios, incluyendo al director general de Prevención y Extinción de Incendios de la Junta de Extremadura, José Antonio Bayón, y al director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de Castilla y León, José Ángel Arranz, entre otros importantes representantes del ámbito medioambiental.
Este nuevo protocolo se añade a otro ya existente firmado con la comunidad de Castilla-La Mancha el pasado 5 de mayo de este año y se está buscando también formalizar un acuerdo similar con la Junta de Andalucía, lo que resalta el compromiso regional para afrontar unidos los desafíos que plantea la preservación de nuestros bosques y ecosistemas.
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